A nombre del Partido Humanista, que no tiene hoy un representante en el congreso
nacional, debido al injusto sistema binominal que nos rige, y de la Fundación Laura
Rodriguez, queremos agradecer la posibilidad de recordar los 20 años de su muerte, en este
parlamento. Ojalá este saludo sirva para renovar la vigencia del modelo que ella representó.

Laura Rodríguez fue una diputada que luchó contra toda discriminación de su género y de
los mas necesitados y se transformó para muchos en una referencia y ejemplo de una mujer
que defendió a la gente frente a los abusos del poder. Nada mejor que recordarla con sus
propias palabras…

*“El martes en la mañana habíamos planificado una conferencia de prensa sobre las Isapres
en la Cámara, a las 12:30 Horas. En la sala me encuentro revisando estadísticas sobre el
tema. De pronto, en las tribunas, un grupo de gente despliega un lienzo por la libertad de
los presos políticos, tiran volantes y gritan consignas. La mesa pide que se callen, no lo
hacen, se repite una y otra vez. Me surge la imagen de los familiares de los desaparecidos
en huelga de hambre y comienzo a aplaudir. La mesa suspende la sesión y pide el desalojo
de las tribunas. Entran los carabineros y sacan a la gente a tirones. Los parlamentarios
miran hacia arriba. Corro a la mesa y les digo que ¡así no!, que entonces desalojen a toda
la tribuna y no sólo a los manifestantes, que vean el comportamiento de la policía, no
podemos tratarlos del mismo modo como lo hizo la dictadura; pero no me hacen caso.
¿Qué hago? Hay gente gritando, hay golpes, violencia, los parlamentarios inmóviles siguen
mirando hacia arriba como asombrados, como preguntándose por qué pasa esto. Pienso que
tengo que estar arriba, arriba con la gente; salgo de la sala, corro hacia las tribunas, entro,
le digo a los carabineros que así no, no con esa violencia, les hablo a los parlamentarios
desde arriba, les grito ¡Vean lo que está pasando!, ¡No se duerman!, ¡Esto es consecuencia
de las acciones de este Congreso! Igual sacan a la gente, sigo a los carabineros, la prensa va
registrando todo, salgo de las tribunas y está toda la televisión y la prensa frente a mi. Los
parlamentarios siguen abajo, sin hacer nada.*

*- “¿Y Ud. que va a hacer Sra. Laura?” – “*
*“¡¡Mire me dan ganas de renunciar, este Parlamento no representa a nadie. Es cierto
lo que dicen las encuestas, la gente no quiere saber de la política porque la política no
quiere saber de la gente!!”*

*Me voy, vuelvo a la sala. Mientras camino evalúo lo que pasó, siento una gran coherencia,
entro a la sala de parlamentarios, comienzan a hacerme la ley del hielo, me hablan de la
dignidad parlamentaria, del reglamento que hay que cumplir, de que todo es un manejo
político.*

*En la noche sintetizo lo hecho recordando la planificación de la misión que el Movimiento
Humanista me asignó: “Nuestros parlamentarios legislan de espaldas al Congreso, mirando
a la gente”…*

Hasta aquí las palabras de su propio relato.

Hoy, como un homenaje a Laura Rodríguez, es que pedimos con su misma sencillez, que
se dé continuidad a dos de sus iniciativas, que siguen durmiendo en vuestros escritorios y
que sin duda ayudarían a reivindicar la política ante la gente sencilla, vuestros electores: se
trata de la iniciativa legislativa popular y la ley de responsabilidad política. La iniciativa
legislativa popular, significa que cualquier ciudadano respaldado por un número de firmas
pueda presentar un proyecto de ley a discusión en este parlamento. Por otra parte la ley
de responsabilidad política que define la destitución de todo congresista que traiciona los
compromisos tomados con sus electores.

Estas dos leyes permitirían que la gente, el pueblo, volviera a mirar a sus políticos con otros
ojos, a confiar en ellos, porque si queremos decir con claridad las cosas, si la gente no
quiere saber de la política, es porque la política no quiere saber de la gente. En definitiva
lo que estamos diciendo no es fácil porque estamos proponiendo asumir el fracaso de la
política actual para buscar en cada uno un cambio sincero que nos ponga de “espaldas al
parlamento y de cara a la gente” y no al revés como se percibe hoy.

Laura estuvo sólo dos años en este parlamento, pero su ejemplo continúa en el corazón de
muchos. Pedimos para que su espíritu ilumine a nuestros congresistas y conectados con su
pueblo y con lo mejor de ellos mismos que habita escondido al interior de sus corazones,
legislen a favor de él, postergando sus intereses personales, políticos o empresariales .

Por último, pedimos por que puedan legislar con sabiduría y bondad, y logren avanzar en
la construcción de una nación verdaderamente humana.

Nos despedimos como lo haría Laura,

Paz, Fuerza y Alegría para ustedes.