En frente de la parroquia de los Santos Ángeles Custodios, en Santiago, se manifestaron mujeres feministas para expresar su rechazo al proyecto de ley impulsado por el Presidente Piñera y que ya fuera aprobado por el Senado, que penaliza a los encapuchados.
Tras el estallido social en Chile, una de las medidas anunciadas en materia de seguridad por Sebastián Piñera es este proyecto de ley antiencapuchados, que aumenta las penas para las personas que oculten su rostro y alteren el orden público.
“Hoy vamos a poner en discusión inmediata una moción presentada por un grupo de senadores que busca sancionar con mayor rigor el delito de desórdenes públicos cuando quien lo comete lo haga ocultando su rostro detrás de una capucha o cualquier otro instrumento para no permitir que se conozca su identidad”, fueron las palabras del mandatario.
“Con el convencimiento de que es inaceptable tolerar que algunos trunquen un objetivo necesario y lícito, atropellando a su paso los derechos de los demás ciudadanos, es que consideramos necesario frenar a los que delinquen en este contexto con total impunidad: los encapuchados”, sostiene el proyecto.
Con esto, de aprobarse la ley, quienes cubran su cara y sean arrestados en desórdenes, arriesgan ser sancionados con reclusión menor en su grado medio, es decir, desde 541 días a 3 años y 1 día de prisión.
Resulta tan discordante con la realidad que vemos en las calles del país, en donde los jóvenes deben cubrirse el rostro para evitar ser alcanzados por los gases lacrimógenos o los agentes químicos que contiene el agua de los carros lanza-agua, más conocidos como guanacos, que es como penalizar lo secundario sin atender a las razones que hacen que alguien, perseguido por el aparato represor del Estado, deba cubrir su rostro.
Las feministas, otra vez más, aportaron su cuota de rebelión, denunciando con una colorida manifestación la tramitación de este proyecto ley en este momento de fuerte convulsión social.