El Sindicato de Estudiantes (SE) en España es una de las organizaciones que se han manifestado contra la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) también conocida como Ley Wert –nombre adquirido por el ministro de Educación que busca implementarla- y cuya consecuencia lejos de ser aplicada, ha sido la movilización de miles de estudiantes, obreros y ciudadanía en general durante más de un año como la realizada el pasado 26 y 27 de marzo cuando se lanzó la convocatoria una huelga de 48 horas, misma que fue atendida por más de dos millones de estudiantes.
“La continuidad de esta batalla en defensa de la enseñanza pública, contra la reforma franquista de la educación, y por la dimisión de un ministro nefasto, nos implica a todos” señaló el Sindicato de Estudiantes.
El éxito en términos cuantitativos ha sido contundente tras la movilización de más de dos millones de estudiantes, más de 20 mil en Madrid, 20 mil en Barcelona, 15 mil en Bilbo y decenas de miles en Euskal Herria, Catalunya, Andalucía, Galicia, Extremadura, Asturias, Aragón, Valencia, Castilla León y Castilla-La Mancha y en Canarias concentrando un 90 por ciento de estudiantes secundarios y del 70 por ciento universitario.
Para Ana García, secretaria general del Sindicato de Estudiantes, el objetivo de la convocatoria se ha cumplido.
“Pensamos que es una respuesta más que rotunda por parte de la juventud ante los recortes y ataques del Gobierno. En esta protesta no solamente destacábamos la destrucción de la escuela pública y, en definitiva, el intento del PP [Partido Popular] de robarnos el derecho a la educación a los que somos hijos de trabajadores, que somos la inmensa mayoría de los jóvenes, sino también de la situación de la juventud”, destacó García.
Para la joven dirigente, la respuesta de distintos sectores sociales más allá de la cuestión educativa, “ha sido que no nos resignamos a que nos roben el futuro”, destacó en entrevista con el diario Público.es.
La Reforma Educativa ha sido suspendida por más de un año dada la constante movilización social que evidenció el descontento con la medida educativa, sin embargo, no ha sido descartada la implementación de ésta; no obstante, Ana García señaló que no desistirán de la movilización social como vía para detener la también llamada “reforma franquista”.
La campaña de deslegitimación de las manifestaciones aplicada por el Estado español ha sido uno de los reclamos de los jóvenes inconformes, acusando al gobierno español de criminalizar no sólo la protesta sino a la juventud misma.
“El Gobierno trata de deslegitimar a los que más luchan. Teniendo en cuenta que siempre ha sido así, es un signo de debilidad muy fuerte por parte del Gobierno porque no puede recurrir a más que eso. Tiene a dos millones de personas en la calle y tiene que infiltrar gente, crear incidentes… eso es lo único que el Gobierno puede utilizar para paralizar la lucha, pero no tiene efecto”, declaró Ana García.
La criminalización, a decir de la secretaria general del Sindicato de Estudiantes, es el único recurso que le queda al gobierno español, pero, declara, se trata de un recurso “muy desesperado” que refleja la debilidad y lo fácil que sería que hubiera una movilización contundente, pedir la dimisión del Gobierno y convocar a elecciones anticipadas.
Fotos: Sindicato de Estudiantes