“Cuando la cabeza, el corazón y la acción están falseadas – según distintas proporciones -, producirán la venganza, la envidia, la desazón, el aburrimiento y el ‘no'»
“Dice ‘sí’ quien piensa, siente y actúa verdaderamente, y ‘verdaderamente’ va en dirección única que es triple”*
Por Félix Herrera
En este mundo actual donde impera la violencia, la venganza, la envidia, el odio, la falsedad, la hipocresía y en donde a cualquier persona que intente proclamar esta verdad y trate de enfrentarse, de forma no violenta, a esta realidad es perseguido, apartado, vilipendiado, encarcelado y, hasta incluso, asesinado, creo que deberíamos reflexionar de que lado estamos cada uno de nosotros.
En esta situación, que no es nueva, hemos conocido a lo largo de la Historia distintos personajes, que de una manera u otra y con mayor o menor éxito, han tratado de poner su granito de arena para hacer frente a esas situaciones y tratar de revertir esta dirección. Entre esos personajes podríamos destacar a uno, cuyo reconocimiento y seguimiento es aceptado por algunos miles de millones, se calculan en más de 2.500 millones de ellos. Me estoy refiriendo al llamado Jesucristo, personaje del que se dice que surgió hace más de 2.000 años. Este personaje, fuera real o inventado, ya que hay serias dudas sobre su verdadera existencia, no deja de ser un autentico revolucionario que de una forma no violenta se enfrenta a ese mundo, que los propios escritos sobre él, denominan como de fariseos. Como pasa con todo aquel, como decíamos anteriormente, que proclama la verdad y se enfrenta a ese mundo, es perseguido, encarcelado y, en este caso, crucificado. En algunos momentos de la esta tremebunda Historia a aquellos que, incluso, por el simple hecho de no plegarse a las imposiciones de los ejercían el poder, curiosamente en nombre de ese personaje llamado Jesucristo, eran torturados y hasta quemados vivos.
Actualmente se emplean otras estrategias para perseguirlos y tratar de destruirlos. Lo primero que se hace es tratar de comprarlos ofreciéndoles diversos privilegios y/o prebendas para tratar de convertirlos en sus cómplices. A aquellos que no consiguen comprar los persiguen denodadamente con todas sus asquerosas armas, políticos, periodistas, jueces, fiscales, etc.
Aquí, en España, tenemos el ejemplo claro de PODEMOS y sus militantes. A aquellos que no han podido comprar, como Pablo Iglesias, son perseguidos, vilipendiados con mentiras, falsos informes, etc.… Hay ejemplos muy claros como el de la Jueza Victoria Rosell, que fue perseguida y acusada injustamente, por el simple hecho de ser militante de PODEMOS y, como ella misma dice, no dejarse comprar por un ministro del PP, apartado por corrupción, y un Juez que hoy en día se ha demostrado que había prevaricado y ha sido condenado e inhabilitado. Esta misma Jueza a la que sus propios compañeros invitaban a que se retirará y le ofrecían la posibilidad de ser Ministra de Justicia con el POSE.
Otro caso como el de Julio Rodríguez, Jefe del Estado Mayor y de la Defensa (JEMAD), al que le han ofrecido, dicho por el mismo, un alto cargo en Telefónica. Estos son las personas decentes y valientes que anteponen a su beneficio personal, mal llamado egoísmo, el bienestar general, este podría ser el verdadero egoísmo.
Otros, como el caso de Iñigo Errejón, han elegido dejarse comprar y convertirse en cómplices de los depredadores. Estas personas que se juegan todo, Victoria Rosell ha quedado arruinada por defendernos a todos, son merecedoras no solo de admiración sino de todo el apoyo de las personas decentes y conscientes. Esta es la gran disyuntiva en la que nos encontramos o apoyamos a estas personas que luchan, nos defienden y nos representan a todos o nos convertimos en cómplices de esos depredadores.
Este escrito lo comencé y finalicé el mismo día de las elecciones, 10 de noviembre de 2019. Así, que esta noche sabremos cuánta gente consciente ha sabido elegir la única mejor opción y cuaánta, desgraciadamente, muchos sin saberlo, se han convertido en cómplices de sus propios verdugos. También los que se han abstenido han contribuido a esa complicidad.
*Silo (Mario Luis Rodríguez Cobo)