Herman@s bolivian@s: ¡Que haya paz!

Expresamos nuestra gran preocupación por los hechos que están aconteciendo en Bolivia.

Considerando:

La actual espiral de violencia desenfrenada a partir de manifestaciones descontroladas por parte de los sectores enfrentados, que responden cada vez con mayor violencia de uno u otro bando.

Que este manto de violencia descontrolada que estamos viviendo debe parar, porque está tejida en puntadas de ambos lados. Puntada más, el uso de armamento de guerra casero cual video juego, utilizado intencionalmente para matar, y del otro lado usando palos, piedras, ondas y hasta machetes; puntada menos, unos imponen su postura bloqueando y otros imponen su postura desbloqueando, ambos resisten a golpes y palos; puntada más, unos claman que se respete su voto en rechazo a un gobierno, otros claman que se respete su voto en apoyo del mismo gobierno; puntada menos, unos sienten la indignación de un supuesto fraude y otros sienten la indignación de una supuesta conspiración.

Que unos y otros están derramando sangre, perdiendo la vida, alimentando el odio, echándole la culpa siempre al otro, mientras “arriba” los dirigentes de unos y otros, montados sobre las tripas de sus bases, son incapaces de llamar bilateralmente a la pacificación. ¡¡¡Llaman a resistir!!!, en vez de llamar al diálogo inmediato para gestar un pacto social, democrático y no irracional, que dé un respiro a las vísceras de un pueblo en llamas tomado totalmente por la violencia.

Que esta situación va más allá de lo político, destapando una crisis social y cultural que termina enfrentando visiones distintas de la realidad entre el campo y las ciudades, distorsionadas por una manipulación mediática sobre todo en las redes sociales y medios de comunicación.

Que algunas manifestaciones realizadas bajo título de no violencia y pacifismo, no son tales en la medida que no tengan una dirección clara contra un sistema violento, y que promuevan  la imposición de miradas de unos hermanos sobre otros. La construcción de un acuerdo pasa por la integración de las miradas y no por la imposición de una particularidad sobre la otra.

Que los problemas de fondo vienen de una crisis mundial y total donde las democracias formales necesitan avanzar hacia una democracia real y que en este contexto se polarizan posturas y las  democracias formales son insuficientes e ineficientes para dar soluciones adecuadas.

Que la violencia es tanto externa como interna; que es tanto personal como social y que no puede subordinarse la vida humana ante otros valores como Dios, el Estado, el Dinero o el Poder.

Exhortamos a:

Que los terribles y lamentables acontecimientos de las últimas horas en Bolivia cesen de inmediato.

Que se instale un diálogo que propicie un pacto social rechazando toda postura afiebrada que instigue a seguir respondiendo con violencia ya que la venganza es una trampa sin salida.

Que se hagan los esfuerzos para agotar todas las instancias democráticas para resolver este conflicto.

Reconocer que la violencia y la venganza están arraigadas en todos y todas como forma de  relacionarnos, pero que en estos momentos debemos hacer un esfuerzo para aprender a rechazar esa violencia dentro y fuera de nosotros/as para avanzar hacia la pacificación de nuestro país.

Renunciar a todo bando que proclame un ideal más alto que la vida y a toda causa que, para
imponerse, genere sufrimiento. No hay revolución que tenga sentido, si se pierde el sentido de la vida
humana.

“No hay partido ni movimiento en el mundo capaz de acabar con la violencia” es imperiosa la necesidad de cambios profundos en cada uno de nosotros para trasformar nuestra sociedad.

¡Démosle una oportunidad a la paz!

 

Frente Humanista de la Noviolencia