Rodeado de la mayoría de los representantes europeos de la Marcha Mundial, Rafael de la Rubia, el portavoz del evento internacional, presentó toda la información necesaria para asegurar el desarrollo fluido de la misión.
Explicó que el equipo de partícipes estará formado por dos grupos, consistente el primero de los miembros que realizan una función precisa (doctores, periodistas, especialistas en IT, coordinadores, etc.), mientras que el segundo estará formado por los portavoces oficiales responsables de informar a la prensa y cooperar con las autoridades y otros interlocutores que vayan encontrando en la ruta.
Durante el transcurso del proyecto de 90 días, más de cien individuos *‘pasarán la antorcha’*, asegurando así un grupo permanente de alrededor de 30 marchantes.
Recordó al grupo lo importante que es que todos los ciudadanos del planeta adhieran a la Marcha Mundial, dado que se trata de un proyecto para – y de – cada uno de nosotros.
De la Rubia también insistió en los valores y conductas éticas que deberá tener cada miembro durante este viaje, particularmente la de respeto de las culturas de cada país por el que pasen, y de priorizar la misión conjunta (en vez de los intereses personales de los participantes).
A cada participante se le solicitará firmar una declaración de principios que lo compromete a respetar las leyes, costumbres y pueblos encontrados en la ruta.
El portavoz de la Marcha también invitó a los miembros del equipo base a comprometerse a tener flexibilidad, tolerancia, humildad, y a una actitud emocionalmente abierta para poder encarnar el espíritu de esta iniciativa.