«Todo esto es el germen de la discriminación y la intolerancia que en el futuro tendremos como adultos», denuncia un joven de un IES de Dos Torres (Córdoba)
El centro educativo se ampara en que el Consejo Escolar decidió mantener la simbología religiosa pero el Defensor del Pueblo Andaluz considera que «se extralimitó» de sus competencias
La Junta deja desde 2011 en el tejado de los consejos escolares la potestad pese a que la LOMCE limita las funciones de estos órganos colegiados a «evaluar e informar»
Por Javier Rama
La Constitución Española y el Estatuto de Autonomía de Andalucía dicen una cosa diferente a la que él ve todos los días. «La enseñanza pública, conforme al carácter aconfesional del Estado, será laica», dice la norma institucional básica de la comunidad autónoma en la que vive. Por eso afirma con seguridad que los crucifijos y otros símbolos religiosos presentes en su instituto (incluidas las visitas pastorales del obispo de Córdoba, Demetrio Fernández) «vulneran los derechos fundamentales de igualdad, libertad religiosa y aconfesionalidad del Estado». «Ya no puedo más», dice en un escrito (íntegro más abajo) dirigido al equipo directivo del centro donde estudia, de titularidad pública.
«Yo no estoy en contra de la religión. Lo que pido es que los que vengan detrás mío que tengan distinta religión pues no se sientan ofendidos con un crucifijo en el aula donde estudian», resume a eldiario.es Andalucía Héctor Sánchez, un joven de 14 años de 4º de ESO del IES San Roque, en Dos Torres (Córdoba), que viene reclamando la eliminación de actos y símbolos religiosos de su centro «desde que entré en el instituto».
Ni él, ni sus padres ni Andalucía Laica, que le acompañan en su particular cruzada, han tenido éxito en su objetivo de que su lugar diario de formación sea un espacio de convivencia para todas las personas, con independencia de sus creencias o convicciones. «Cuando entré en 1º vi que en todas las clases había crucifijos y lo comenté en casa y luego con el director, pero no nos hizo caso. Durante tres años estuvimos hablando, con diálogo, pero como hemos visto que así no se puede pues este curso he mandado escritos y cartas», recuerda el estudiante.
El joven quiere «un espacio de igualdad» al que no accede el equipo directivo del IES que, según informa Andalucía Laica, no apoyó un vídeo elaborado el curso pasado por el joven sobre ‘Los derechos del menor’ para un concurso sobre derechos humanos promovido por el Defensor del Pueblo Andaluz, donde proclamaba la igualdad en general y la educación laica en los centros públicos de enseñanza, en particular. «Todo esto es el germen de la discriminación y la intolerancia que en el futuro tendremos como adultos», apuntaba en aquel vídeo.
«Los consejos escolares no pueden aprobar ni decidir»
Para negar la retirada de la simbología religiosa, el centro se remitió a una decisión del Consejo Escolar del IES, también interpelado por el estudiante, que se atribuyó dicha facultad pese a que el Defensor del Pueblo Andaluz considera, según una resolución de diciembre de 2017, que el órgano colegiado «se extralimitó de las competencias que le corresponden», al estar en vigor la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre (LOMCE).
«El poder de decisión que se atribuía a los Consejos Escolares» (…) quedan limitadas sus funciones a evaluar e informar»; «es evidente que ahora los Consejos Escolares no pueden aprobar ni decidir, en general, sobre ninguna cuestión», dijo el Defensor Andaluz. Para el joven, «el Consejo Escolar no puede decidir eso, lo dice la LOMCE». El centro, con quien no ha podido contactar este medio, también ha argumentado que existe una circular de la Consejería de Educación, fechada en 2011, que avalaría que es el Consejo Escolar el que debe determinar el mantenimiento o retirada de los símbolos religiosos, en aquel caso un centro de Vélez-Málaga. Una resolución de 2017, según ha comprobado este periódico, calca aquella respuesta pero en relación a un centro de Mairena del Alcor (Sevilla), ya con la LOMCE en vigor. Fuentes de Andalucía añaden que, en el caso del IES de Dos Torres, la respuesta ha sido exactamente la misma.
Aquella circular se ha venido repitiendo desde 2011 como respuesta oficial de la Junta de Andalucía a las sucesivas denuncias en similar sentido por parte de Andalucía Laica. Pero, según mantiene la organización, la LOMCE la invalida, como así ha recogido el Defensor del Pueblo Andaluz. La Consejería de Educación, en manos de Ciudadanos, ha trasladado a este medio que «el Consejo Escolar y la dirección del centro deciden, y tienen base normativa para ello».
«Competencia inalterada»
Fuentes del departamento que dirige Javier Imbroda añaden que, en su respuesta al Defensor del Pueblo, en septiembre de 2018, la Secretaría General Técnica de Educación argumentaba que «dado que no existe en la normativa en vigor una atribución expresa de competencias en orden al mantenimiento o retirada de símbolos religiosos en los centros docentes públicos, parece que sea el Consejo Escolar, como órgano de participación de la comunidad educativa en el gobierno de los centros, el que debería decidir sobre la presencia de dichos símbolos religiosos, en virtud de su representatividad y de la genérica competencia atribuida en el art.127 g) de la LOE de proponer medidas e iniciativas que favorezcan la convivencia en el centro, la igualdad y la no discriminación, competencia inalterada por la nueva redacción de la LOMCE».
Héctor lleva ya tres años batallando para que se eliminen los símbolos religiosos de las aulas y otros espacios del IES, y para que el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, deje de irrumpir en el centro «fuera del horario de religión y juntando a varias clases» para «hacer proselitismo católico entre el alumnado». Las últimas veces que ha tratado de hacer llegar su voz a las autoridades han sido antes de finalizar el curso, y ahora a comienzos del curso escolar, con sendas denuncias ante el centro y ante la Consejería.
Andalucía Laica ensalza «la valentía y perseverancia» de este estudiante y exige «a las autoridades del centro y de la Junta de Andalucía que respondan positivamente a sus peticiones, eliminando la simbología religiosa de los espacios escolares e impidiendo actividades de proselitismo confesional incluso fuera de los tiempos y espacios establecidos para la impartición de religión».
Héctor, a través de Andalucía Laica, agradece en un vídeo los apoyos que está recibiendo, también de sus propios compañeros de clase, con quienes ha reivindicado el tema ante la Jefa de Estudios del instituto. «Seguiremos esta lucha por todos los que vienen detrás», asegura el joven.
Andalucía Laica señala en su denuncia que «toda la normativa educativa estatal y andaluza proclama la igualdad ante la Ley de todas las personas, prohibiendo cualquier discriminación por razón de religión». «Por tanto, en los espacios públicos ninguna religión tendrá carácter preferente, ni el Estado, ni ninguna de las Administraciones Públicas, podrá respaldar en sus actuaciones prestaciones o fines, a ningún credo ni sus símbolos. La instalación de los citados símbolos es una manifestación inequívoca de que la Administración Pública se decanta a favor de la religión católica en detrimento de las creencias o convicciones de quienes no profesen esa religión», argumenta la organización laica.