Dichas elecciones terminaron con un repudio por parte del electorado hacia los partidos que aprobaron los rescates de la UE y el FMI y aplicaron los ajustes exigidos a cambio.
Venizelos, que apoya el rescate y los ajustes, tiene tres días para llegar a un acuerdo, aunque parece poco probable que lo logre porque los líderes de todos los partidos, incluyendo a su PASOK, el izquierdista Syriza y el conservador ND -los tres más votados- ya se reunireron sin que hubiese entendimiento.
Si fracasa en sus esfuerzos, el presidente Karolos Papoulias, se reunirá con todos los jefes partidarios en un último intento para formar una coalición, de lo contrario tendrá que convocar a nuevas elecciones.
«Las cosas no son fáciles, no estoy declarándome optimista. Pero sí estoy declarando que me hago responsable, que me voy a dedicar a ese objetivo (formar gobierno), que es lo que creo sirve al interes nacional», dijo Venizelos luego de reunirse con Papoulias.
Más temprano, en el Parlamento, el ex ministro de Finanzas dijo que confía en poder formar un gobierno viable que le dé algo mejor a Grcia si las demás fuerzas políticas muestran un «nivel mínimo de responsabilidad».
Venizelos, no obstante, criticó duramente la propuesta de Syriza de imponer una moratoria en el pago de la deuda griega y denunciar los acuerdos de préstamos con el FMI y la Eurozona.
«Esto llevaría al país a la bancarrota formal, aislándolo del sistema bancario internacional y de los mercados mundiales, frenando las importaciones y las líneas de crédito para las empresas. Grecia se convertiría en la Albania de la década de 1960», señaló, citdo por la cadena CNN.
El PASOK salió tercero en los últimos comicios, su peor desempeño desde el retorno a la democracia, en 1974. El conservador y también por ajuste Nueva Democracia (ND) salió primero, pero perdiendo gran caudal de votos, mientras que Syriza, con su segundo puesto sin precedentes, fue el gran ganador.
Sin embargo, su líder, Alexis Tsipras, fracasó ayer en su intento de formar una coalición de izquierda anti ajuste, dos días después de que el líder de ND, Antonis Samaras, hiciera su propio intento fallido.
En tanto mientras las frustraciones políticas ocupan las primeras planas, la crisis económica sigue mostrando sus efectos.
Datos oficiales difundidos hoy mostraron que la tasa de desempleo alcanzó un nuevo récord en febrero, mostrando que uno de cada cinco griegos y uno de cada dos jóvenes están sin trabajo.
La incapacidad de los jefes políticos para formar un gobierno generó una serie de advertencias por parte de países europeos sobre que Grecia podría quedar fuera de la zona euro si no cumple los términos del rescate, que es lo único que lo mantiene alejado de la bancarrota.
La incertidumbre que se cierne sobre una segunda elección, que en la práctica se transformará en un referendo entre el euro y el dracma, es qué harán los griegos: si permanecerán firmes pese a las amenazas europeas o, por temor a salir de la zona euro, volverán a los partidos tradicionales.
Tsipras exigió que ND y PASOK, que gobernaron Grecia durante décadas, rompan con las promesas que hicieron a cambio del rescate. Ambos partidos le dijeron que no.
Por su parte, la jefa de gobierno alemana, Angela Merkel, advirtió en una entrevista realizada por un periódico que quería que Grecia permaneciera en la moneda común, pero que para ello debía cumplir los términos del rescate.