El 6 de junio, en Pressenza estrenamos nuestro último documental, «El principio del fin de las armas nucleares». Para esta película, entrevistamos a 14 personas, expertas en sus campos, que pudieron darnos una idea de la historia del tema, el proceso que condujo al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, y los esfuerzos actuales para estigmatizarlos y convertir la prohibición en eliminación. Como parte de nuestro compromiso de poner esta información a disposición de todo el mundo, publicamos las versiones completas de estas entrevistas, junto con sus transcripciones, con la esperanza de que esta información sea útil para los futuros realizadores de documentales, activistas e historiadores a quienes les gustaría escuchar los poderosos testimonios grabados en nuestras entrevistas.
Esta entrevista es con Ward Wilson, historiador y autor de «Cinco mitos de las armas nucleares», el 27 de septiembre de 2018, en Battery Park, Nueva York.
Preguntas: Tony Robinson, cámara: Álvaro Orús.
Transcripción
¿Cuáles son los puntos principales de tu libro?
«Cinco mitos sobre las armas nucleares» es una especie de introducción que habla sobre cinco cosas en las que los partidarios de las armas nucleares creen, estas, no son objetivas y tampoco se encuentran basadas en un razonamiento sólido.
La primera es que las armas nucleares obligaron a los japoneses a rendirse al final de la Segunda Guerra Mundial. Siempre ha habido muchas preguntas al respecto. Esta reciente investigación muestra que es muy poco probable que los japoneses se rindieran debido a las armas nucleares. Los japoneses se rindieron porque los soviéticos se involucraron en la guerra. La noche antes de bombardear Nagasaki, la Unión Soviética declara la guerra, traen a 1,5 millones de hombres a la batalla, e históricamente cuando una gran potencia se incorpora a una guerra, siempre obliga a todos los involucrados en ese conflicto a recalcular si pueden ganar o no.
Así que tiene sentido que los japoneses al ver que los rusos se habían involucrado hayan cambiado todo acerca de su propio pensamiento sobre sus posibilidades de ganar. Además, 68 de sus ciudades habían sido bombardeadas en el verano de 1945. Si se grafican los 68 ataques en términos del número de personas que murieron inmediatamente, Hiroshima se posiciona en segundo lugar. Tokio con bombardeos habituales se encuentra en el primer lugar. Si se realiza un gráfico las millas cuadradas destruidas, Hiroshima se encuentra en sexto lugar, si se grafica el porcentaje de la ciudad destruida, Hiroshima se encuentra en el decimoséptimo lugar.
Así que hay nueva evidencia, hay mucha más evidencia. Soy historiador, así que me encanta hablar de esto, pero trataré de contenerme. Cambia nuestra visión de las armas nucleares en gran escala, porque Hiroshima fue la primera impresión, fue la noción que estableció todo el pensamiento posterior y si cambiamos nuestra forma de pensar al respecto, Hiroshima, lo cambia todo. Así que esa es una.
En segundo lugar, existe la creencia en los años 50 de que con la invención de las bombas de hidrógeno las armas nucleares eran, por lo tanto, decisivas. Es una idea tonta. Más grande no siempre es mejor. Si tienes un obrero y envía a su ayudante al camión a buscar una herramienta, no dice: «Darren, ve a buscar la herramienta más grande para el trabajo». Dice: «Consigue la herramienta adecuada para el trabajo».
No está claro que las armas nucleares sean la herramienta adecuada para cualquier trabajo militar.
Tercero, que las armas nucleares hacen una crisis más estable, que son efectivas cuando existen crisis, y la evidencia histórica simplemente no lo demuestra. Hemos pasado por una serie de crisis nucleares. Ha habido paz entre las grandes potencias durante 70 años, pero hubo paz entre las grandes potencias durante cien años, entre las guerras napoleónicas y la Primera Guerra Mundial, y no está claro que ese largo período de paz haya hecho más violento el estallido final de la guerra.
Así que, y el mito final es que no hay alternativa. No podemos eliminar las armas nucleares y esto demuestra algo que espero que todo el mundo pueda entender, que los argumentos a favor de las armas nucleares fueron creados por personas que tenían miedo, creados por personas que no pensaban con mucha claridad como resultado, y muchos de ellos son insensatos.
«No se pueden des- inventar las armas nucleares» se basa en un proceso que es imaginario. No existe tal cosa como la des- invención. Imagínese un taller con un hombre en bata blanca de laboratorio y que se encuentra des- inventando los computadores de IBM de los años 90. Es absurdo. La tecnología cambia. Evoluciona cuando la gente lo adopta. Está basado en la utilidad. Si un arma o un implemento o una herramienta es útil, se adopta y se usa, si no, se tira. Por lo tanto, es importante recordar que todos estos argumentos se pueden volteae sobre sus cabezas y que no necesitamos luchar cuesta arriba todo el tiempo.
Más información sobre la disuasión
Así que la disuasión, la noción de que las armas nucleares nos han mantenido a salvo durante las crisis es simplemente históricamente inexacta, que los partidarios nucleares a menudo dicen: «La disuasión ha sido perfecta», porque no ha habido guerra nuclear. Es un argumento absurdo a primera vista.
En 1948 los soviéticos bloquearon Berlín, y es una situación que fácilmente podría haber llevado a una guerra nuclear. Estados Unidos tenía el monopolio de las armas nucleares, pero los soviéticos no fueron disuadidos. En 1950, los chinos se unieron a la Guerra de Corea a pesar de que los Estados Unidos trasladó armas nucleares a Guam. En 1973, durante la guerra de Oriente Medio, todos sabían que los israelíes tenían armas nucleares y, sin embargo, los egipcios y los sirios atacaron a las fuerzas israelíes en los territorios ocupados. En 1982… y así sucesivamente.
En todas estas crisis, la disuasión ha fracasado de forma demostrable, y no sólo ha fracasado la disuasión en el pasado, sino que inevitablemente fracasará en el futuro. Estamos involucrados en la disuasión nuclear. Hacemos las amenazas, las evaluamos, decidimos cómo responder. Los seres humanos son parte del sistema. Los seres humanos son intrínsecamente defectuosos. Nadie es perfecto. Si los seres humanos son falibles, y si los seres humanos están involucrados en la disuasión nuclear, entonces la disuasión nuclear, por definición, es inherentemente defectuosa. Fracasará.
No es una cuestión de si pasará, es sólo una cuestión de cuándo pasará.
Lo que hay que recordar de todos estos argumentos sobre las armas nucleares es que se encuentran pensados en una manera muy escasa, se basan en una lógica falsa muchas veces no fáctica. No nos encontramos constantemente peleando cuesta arriba en una batalla desesperada, estamos peleando cuesta abajo porque sus argumentos no son convincentes.
¿Puede contarnos el impacto que su libro tuvo en el proceso del Tratado de Prohibición?
Fui muy afortunado. ICAN me invitó a varias de sus conferencias y hablé en varias de ellas, y recientemente tuve un comentario en Facebook de Beatrice Fihn que decía que los argumentos de “Cinco mitos sobre las armas nucleares” reformulaban el pensamiento que condujo al tratado de prohibición, el cual es un cumplido enorme.
Es difícil saber qué tipo de impacto estás teniendo. A veces las pruebas aparecen en los lugares más extraños. Un hombre del Oman Times escribió un editorial basado en el libro. Estoy buscando en internet y aquí hay un artículo de opinión de alguien de quien nunca he oído hablar en Omán, y pensé que era un mundo divertido, así que espero que haya tenido algún impacto.
Háblenos de su proyecto «Realist Revolt».
Entonces, el problema con las armas nucleares es que se mantienen en estados poseedores de armas nucleares. Los estados con armas nucleares tienen expertos y funcionarios de gobierno que están atrapados en una mentalidad, una especie de pensamiento de grupo, y es muy difícil para ellos escuchar nuevas evidencias, escuchar argumentos opuestos.
Y su punto de vista no es en gran medida realista. Creo que nosotros somos los realistas, y las personas que están a favor de las armas nucleares son «románticos de las armas». Están enamorados de estas armas y han exagerado sus capacidades y su influencia fuera de toda proporción con la realidad.
Así que he creado un grupo llamado Realist Revolt. Nuestra tarea es trabajar en la base social dentro del estado más grande con armas nucleares, los Estados Unidos, y construir una fuerza política para forzar a los expertos y a los funcionarios del gobierno a reexaminar estas cuestiones y cambiar de opinión.
¿Cuál es la importancia del tratado?
Estuve en Nayarit, México, en la segunda conferencia que condujo al tratado y hubo un momento en la tarde del último día que fue increíble, y creo que responde exactamente a tu pregunta. Se suponía que tendríamos a los oradores cerrando, y entonces habría un momento para que los diplomáticos de todo el mundo hicieran algunos comentarios, luego tendríamos el resumen del presidente, y habríamos terminado. La gente levantaba la mano, quería hablar, y seguía levantando la mano, y más gente quería hablar, diplomáticos de países pequeños de África, diplomáticos de Asia, diplomáticos de América del Sur, y así sucesivamente. Se suponía que la conferencia terminaría a las dos de la tarde, pero llevó mucho más tiempo, este increíble flujo de personas y representantes diplomáticos de estados no poseedores de armas nucleares que se daban cuenta de que tenían voz, tuvieron un papel en esta conversación.
Durante 70 años los estados con armas nucleares han dicho a todos los demás: «Nos las arreglaremos, quédense en casa, no se preocupen por esto, lo tenemos», y creo que fue en ese momento cuando el resto del mundo se despertó y dijo: «Esto nos afectará. Tenemos derecho. Tenemos la obligación de que nuestras voces sean escuchadas en esto.» Creo que esa fue una fuerte motivación que condujo al tratado de prohibición, y creo que el futuro implica dos cosas; implica cada vez más presión por parte de los estados no poseedores de armas nucleares, y de las personas que trabajan dentro de los estados poseedores de armas nucleares para socavar los mitos sobre las armas nucleares.
¿Qué puede hacer la gente común para ayudar a eliminar las armas nucleares?
Bueno, creo que en los estados no poseedores de armas nucleares se puede apoyar el tratado de prohibición, y también hay un movimiento para que los bancos dejen de invertir en empresas [identificadas por] Don’t Bank on the Bomb, y creo que esa es una forma extraordinariamente buena de ejercer presión. En los estados con armas nucleares, creo que la gente puede educarse sobre los mitos acerca de las armas nucleares y luego presionar a sus líderes políticos para que digan: «¿Qué hay de la guerra de Oriente Medio de 1973? Usted dice que la disuasión nunca ha fracasado. Pero claramente lo ha hecho. ¿Por qué arriesgamos nuestras vidas por un sistema que obviamente no puede funcionar para siempre?»
¿Cuál es su motivación?
Trabajé durante mucho tiempo en armas nucleares, al menos 40 años, y la mayor parte de ese tiempo no era trabajo financiado, sólo trabajaba por las noches y los fines de semana, ha sido largo, financieramente desafiante y difícil a veces, pero yo diría que trabajar en algo que importa tiene recompensas que nada más podría tener.
Y estaba pensando en esto y recordé esta cita de un hombre indio delgado que una vez dijo: «Cuando me desespero, recuerdo que a lo largo de la historia el camino de la verdad y el amor siempre ha ganado. Han existido tiranos y asesinos que durante un tiempo han parecido invencibles, pero al final siempre caen. Piensa en ello, ¡siempre!»
Traducción del inglés por Sofía Guevara