La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura alerta que hay 820 millones de personas que padecen hambre pese al aumento de sobrepeso.
A través de su informe “El Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el mundo”, divulgado el lunes, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) alerta que el aumento del hambre con respecto al año 2017 (nueve millones más de personas) destaca el inmenso desafío que supone lograr el objetivo del hambre cero para 2030.
Asimismo, el documento resaltó que África es la región con la prevalencia de la subalimentación más elevada, situada en casi el 20 por ciento. También en América Latina y El Caribe el hambre sigue aumentando, pero su prevalencia está por debajo del 7 por ciento. Mientras que en Asia y Asia Occidental más del 12 por ciento de su población se encuentra subalimentada.
Por otro lado, el sobrepeso y la obesidad se han incrementado en todas las regiones del mundo, especialmente en niños en edad escolar y adultos. Hasta 2018 el sobrepeso afectaba a 40 millones de niños menores de cinco años.
La FAO indicó que el sobrepeso está directamente relacionado con la malnutrición. “En los países de ingresos medianos altos y altos, vivir en un hogar afectado por inseguridad alimentaria es un indicador de obesidad en niños en edad escolar, adolescentes y adultos”, señala.
Con el fin de detener esta epidemia, la FAO recomienda implementar políticas destinadas a proteger, promover y apoyar la lactancia materna, políticas para aumentar la disponibilidad y asequibilidad de los alimentos nutritivos que constituyen una dieta saludable y poner en marcha medidas para crear entornos alimentarios más saludables y limitar el consumo de grasas perjudiciales, sal y azúcares.