A cargo del Regional Metropolitano estuvo la organización de una estupenda celebración de los 35 años que cumple el Partido Humanista chileno y que conmemorara en grande toda su historia, desde los tiempos de la dictadura en que se organizara para recolectar las primeras firmas y coordinarse con otras fuerzas opositoras, pasando por el armado de la red de apoderados de mesa que fiscalizó y aseguró el triunfo del NO en el Plebiscito, a la participación en el primer gobierno democrático para luego abandonar el proyecto neoliberal impulsado por la Concertación y levantar la figura de Cristián Reitze como candidato presidencial de la Nueva Izquierda. Se pasó revista a la labor ejemplar de la diputada Laura Rodríguez, rescatando su legado. Se valoró el trabajo por posicionar al humanismo en los tiempos de las protestas por la guerra en Irak, para rearticularse con las fuerzas de la izquierda chilena y dar origen al Podemos y luego al Juntos Podemos Más, con las candidaturas presidenciales de Tomás Hirsch. Luego vinieron los años en que una nueva generación de jóvenes condujo a la colectividad, para terminar configurando con los movimientos estudiantiles que surgieron el año 2011, lo que ha devenido en el actual Frente Amplio, que ha logrado elegir nuevamente a parlamentarios humanistas.
Pero más allá del recuento histórico – que no llegó a bordear la nostalgia sino se desenvolvió más bien en tono festivo – destacaron también intervenciones como la de la actriz Paulina Hunt o de varios músicos y cantautores, quienes junto a los animadores jóvenes se vieron desbordados por el cariño con el que el público homenajeó al dirigente nacional del Colegio de Profesores, Mario Aguilar.
El acto, realizado en el Cine Arte Alameda y que contó con la concurrencia de unas 400 personas entre los que destacaron invitados de las más diversas colectividades políticas y organizaciones sociales, concluyó con el discurso de la actual presidenta del PH, Catalina Valenzuela, quien enfatizó en la importancia política del trabajo realizado desde la base social, en el arraigo, desde los territorios y con la gente, para transformar las condiciones oprimentes del sistema actual. «Los humanistas consideramos que la verdadera acción política no es la que se desarrolla en las instituciones del Estado sino aquella que se despliega desde la base social. Allí se pone en juego una de las visiones fundantes del Nuevo Humanismo”, señaló y concluyó, haciendo referencia a Mario Aguilar: «merece un homenaje por su respeto –irrestricto- a la voluntad de las bases y por su genuina convicción respecto del valor de la democracia real, donde estriba su mayor fortaleza”.