La mudanza de nombres y denominaciones fue una constante para sobrevivir a una persecución que se ensañaba con los jóvenes -menores de treinta años en su mayoría- por el sólo hecho de expresar ideas y realizar acciones que desafiaban al poder burgués.
El antiimperialismo; la unión latinoamericana, el abandono progresivo del capitalismo en las relaciones entre capital y trabajo; la opción como expresión concreta de la libertad; la oposición a todas las formas de violencia (física, racial, religiosa, psicológica, de género y hasta estatal); la historicidad del ser humano; el rescate de la subjetividad humana, son principios y valores que ya estaban consagrados en el Frente Unido de la Juventud, un agrupamiento generacional como lo fue antes el Poder Joven. Todo eso sería considerado por la Junta Militar como “contrario al ser nacional”.

El genocida convicto Ramón Camps, en la página 223 de su libro “Punto Final” (pensamos que no se atrevió a poner “Solución” en lugar de “Punto”), Edición Tribuna Abierta, Buenos Aires, 11 de octubre de 1982, escribe sobre Silo: *“El diario de Timerman dedica una página a entrevistar a uno de los personajes que más daño ha causado a la juventud argentina, Mario Luis Rodríguez, más conocido por el nombre de Silo…”.* Para quienes militamos desde los grupos originales -anteriores a la primera aparición pública de Silo en 1969- la diatriba del genocida Camps fue uno de los pocos elogios que hemos recibido.

Damos a conocer hoy una de las leyes de la dictadura que prohibió las actividades del siloísta Frente Unido de la Juventud (FUJ), partido con personería jurídica nacional obtenida en 1973 donde militábamos quienes -al volver la democracia en 1983- fundamos el Partido Humanista el 8 de marzo de 1984. En las primeras elecciones de 1973, el 11 de marzo, en razón de la proscripción del candidato Juan Domingo Perón, propusimos a la ciudadanía el voto nulo, que llamamos “Contravoto”. En las elecciones del 23 de septiembre de ese mismo año, donde el presidente Héctor Cámpora renunció para que Perón pudiera presentar su candidatura, llamamos a votar en su apoyo. El Frente Unido de la Juventud recogió el aporte del Poder Joven, una agrupación libertaria surgida también del siloísmo, algunos de cuyos dirigentes somos hoy del Partido Humanista.
Jorge D’Alesio aporta un enlace para ver las tres leyes del 9-6-1976. Ley 21. 322, Ley 21.323, Ley 21. 325. “Disuelven Partidos Políticos y organizaciones Políticas. Represión a los militantes, clausura de locales y apropiación del patrimonio de las organizaciones”.

[Disuelven Partidos Políticos y organizaciones Políticas](http://www.madres.org/navegar/nav.php?idsitio=5&idcat=86&idindex=25)

Lo que sigue es la Ley 21.325 de la dictadura militar: *“El proyecto de ley que elevamos a consideración de V.E. tiene por objeto declarar la disolución…de varias organizaciones enumeradas en el anexo 1, que se consideran nocivas para el Proceso de Reorganización Nacional… (…) “Sus objetivos aparentes u ocultos, tienden a la difusión de ideologías extrañas al ser nacional, circunstancia esta que obliga a limitar su actuación en términos categóricos”…* Se expresa luego que la pérdida de personería debe ir acompañada de la pérdida de bienes -no teníamos- sin perjuicio de *“sanciones penales para reprimir adecuadamente…la actividad que desempeñan dichas agrupaciones”*. La lista –abreviada- es la siguiente: *“Partido Comunista Revolucionario; Partido Socialista de los Trabajadores; Partido Política Obrera; Partido Obrero Trotskista; Partido Comunista Marxista Leninista; Movimiento de Defensa del Patrimonio Nacional; Movimiento Argentino Antiimperialista de Solidaridad Latinoamericana; Coordinadora del Movimiento de Ayuda a Chile (…) Foro de Buenos Aires por la Vigencia de los Derechos Humanos, **Frente Unido de la Juventud”**.*

Luego vino la historia que todos conocemos y que para los siloístas fue la saga de la resistencia y el exilio: Silo pudo hablar el 4 de mayo de 1969 en la montaña pero luego Onganía prohibió sus apariciones públicas el 20 de julio de 1969 en Jujuy; el 31 de octubre del mismo año en Plaza Once, Buenos Aires; el 15 y el 17 de agosto de 1973 con un gobierno civil en Córdoba y Mar del Plata; el 13 de septiembre de 1974 (Buenos Aires, Casa Suiza, 500 detenidos para “identificación” y Silo con varios amigos a la cárcel de Devoto); el 15 de octubre de 1974 volaron una librería en Mendoza; ese mismo año encarcelaron a 11 compañeros por seis meses y fueron liberados porque optaron por salir del país; el 24 de julio de 1974 la organización terrorista de derecha “Triple A” asesinó a dos militantes en La Plata: Ricardo Carreras y Eduardo Lazcano (afiliados al FUJ); hubo bombas a los locales en Mendoza y Buenos Aires y atentados a balazos (el último, el 12 de agosto de 1981 contra Silo en su casa de Mendoza).

En 1976, muchos humanistas se exiliaron y así se difundió el siloísmo por América, Europa y Asia; muchos otros permanecieron en el país realizando actividades -en su mayoría culturales- que mantuvieron viva la llama hasta que nuevamente se salió con fuerza a la calle para reunir firmas por un Servicio Militar Optativo. Fue al día siguiente de las elecciones del 30 de octubre de 1983. **“La democracia empieza ahora”**, advertimos y nos lanzamos a practicarla. **En eso estamos.**