El pasado 21 de febrero murieron 51 personas y más de 700 resultaron heridas luego de que una formación de la línea Sarmiento no pudiera frenar en la estación Once. Dada la gravedad de los hechos ocurridos, integrantes del Frente de Usuarios Desesperados del Sarmiento pondrán a disposición de la fiscalía que actúa en la investigación sobre esta tragedia, todo el material de firmas, denuncias y cartas por reclamos a favor de un servicio digno de seres humanos.
Este material fue reunido desde el inicio de las actividades de la organización de usuarios en 2006. Fueron aportados por miles de ciudadanos de la zona oeste del gran Buenos Aires y esas copias se entregaron a organismos de control del Estado.
Ahora, el Fudesa entregará el material el próximo martes 20 de marzo a las 7.30 en mesa de entrada de la fiscalía Nº 6, cuyo titular es el Dr. Federico Delgado, en Cº Py 2002, «confiando en que dicha documentación pueda aportar a la investigación de lo sucedido», declaran.
El Fudesa dio a conocer el siguiente comunicado:
«Desde el Frente de Usuarios Desesperados del Sarmiento, queremos expresar nuestro acompañamiento a los familiares y allegados de las personas que perdieron la vida en la tragedia de Once. También a todos los que vivieron de cerca el horror de la misma.
Dada la gravedad de estos hechos, consideramos de importancia entregar a la justicia toda la documentación de los reclamos realizados entre los años 2006 y 2009 en forma de firmas reunidas, denuncias y cartas entregadas a diferentes organismos de control del Estado, además las respuestas recibidas, como una manera de aportar pruebas de interés a esta investigación.
A saber, éstas son:
Petitorio ante la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) que detalla irregularidades en la seguridad, frecuencia de horarios, e higiene de los trenes de la ex línea Sarmiento, avaladas por 6.117 firmas de usuarios, entregadas a dicho organismo de control el 6 de octubre de 2006 y en el mismo día con copias a la Defensoría del Pueblo de la Nación.
Presentación de aproximadamente mil denuncias, auspiciadas por la Defensoría del Pueblo de la Nación, ante la Secretaría de Transporte de la Nación el 3 de enero de 2007 e inmediatamente también ante la misma Defensoría.
Textos de las cartas enviadas vía e-mail de manera masiva durante el mes de marzo de 2007 a la Comisión de Transporte y Comisión de Infraestructura, Vivienda y Transporte de las Cámaras de Senadores y Diputados, respectivamente y a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, y luego de manera presencial en las mesas de entrada de las Cámaras de Diputados y Senadores de la Nación en el mes de julio del mismo año.
Podemos decir que ya en aquellas épocas de campañas de reclamos permanentes, pedíamos por un servicio digno, digno de seres humanos! Y nuestras consignas decían: “La empresa incumple con sus inversiones y el Estado incumple con sus controles”.
Sabemos del grado de estrés y de alienación que produce el viajar en estas condiciones diariamente, mirando el reloj para no llegar tarde a trabajos y/o estudios y demás obligaciones cotidianas por las demoras frecuentes en el servicio, soportando el hacinamiento, especialmente en los horarios picos de circulación, la falta de higiene de los coches, andenes y estaciones, o la falta de señalización e iluminación adecuadas, por comentar solo algunas experiencias, y a sabiendas también de que este medio de transporte, devaluado desde hace tiempo en nuestro país, es el más ecológico, seguro, económico y veloz para movilizarse, si funcionara bien.
Solo queremos agregar una reflexión: cuántas vidas más será necesario entregar para que la lenta rueda de la burocracia y administración pública se transformen en una herramienta al servicio de la gente, para que podamos ejercer nuestros derechos simples, tales como trabajar, estudiar, viajar, en condiciones dignas.
Finalmente, como agrupación de usuarios de la línea ex Sarmiento, queremos expresar que apostamos al derecho que nos asiste de reclamar servicios básicos como éste, como una forma de generar cambios y expresarnos en el mundo, plenamente humanos por nosotros, por nuestros hijos y por la sociedad toda.
Que esta investigación derive finalmente en la transformación absoluta de las condiciones de viaje de este servicio y que todos los responsables de la tragedia de Once sean juzgados como corresponde son nuestras aspiraciones de hoy».