El expresidente ecuatoriano Correa considera una “estafa” el abandono de Unasur por su sucesor y alerta de un “plan Cóndor 2” para someter a Iberoamérica.
“De acuerdo con la ley ecuatoriana, para presentarse a elecciones hay que presentar un plan de gobierno firmado por el candidato, oficialmente entregado al consejo nacional electoral y eso es lo que hay que cumplir”, señala Rafael Correa en una entrevista publicada este sábado por el portal Nodal.
En el caso del actual presidente de Ecuador, Lenín Moreno, el plan presentado para las presidenciales 2017 “claramente” incluía “apoyar la integración latinoamericana, apoyar la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y apoyar Unasur”, recuerda el exmandatario, dos días después de oficializar Moreno la salida de esta última organización.
A juicio del expresidente, esa medida “merecería la revocatoria” del actual mandatario, quien actúa de esta manera por ser “un hombre sin convicciones” deseoso de “darle el gusto” y se “agencioso vasallo de Washington”, para lo cual “va a apoyar todo lo que crea que es contra Venezuela”, incluido socavar la Unasur.
Correa recuerda que entre 2008 y 2014 o 2015 Unasur trabajó “muy bien” con Gobiernos de distintas tendencias. “Hoy con esta avalancha reaccionaria, con este nuevo ‘plan Cóndor dos’ ya no se respeta nada, no hay límites ni escrúpulos. Se rompe la democracia, se rompe el orden constitucional, se rompen los derechos humanos”, lamenta sin embargo.
Como ejemplos pone la “exacerbación” de “casos de corrupción que se dan en todos los Gobiernos y que son casi imposibles de evitar”, y menciona el encarcelamiento del expresidente brasileño Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, el del vicepresidente electo ecuatoriano Jorge Glas, así como la persecución contra la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner.
El exmandatario compara el momento actual de América Latina con la década de 1970, cuando “tenían que impedir a toda cosa los avances de los Gobiernos progresistas y no dudaron en apoyar las dictaduras militares más sangrientas”, y apunta que si ahora no se hace eso es “porque no lo necesitan, tienen los mismos resultados con su prensa”.
Rafael Correa hace estas consideraciones en momentos en que la popularidad de Lenín Moreno se deteriora tras dos años de gestión, considerando el 80 % de los encuestados en un estudio hecho este mes que el sucesor de Correa va por “el camino equivocado”.
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