Documentos divulgados por Snowden desde el pasado mes de junio han demostrado, entre otras cosas, cómo la NSA recoge los registros telefónicos de todos los ciudadanos estadounidenses y europeos.
El viernes, el presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó que las revelaciones de Snowden han creado una “visión distorsionada” de la vigilancia y la inteligencia del país, en comparación con el resto del mundo.
Durante una rueda de prensa ofrecida en la Casa Blanca, el mandatario de EE. UU. reconoció que las filtraciones del extécnico han ocasionado “daños innecesarios” a las capacidades estadounidenses de inteligencia.
Las últimas filtraciones sobre el programa de espionaje masivo de Washington a diferentes países y figuras políticas internacionales han suscitado una gran indignación a nivel mundial, pues esa práctica confirma que EE. UU. viola, impunemente, los derechos humanos.
El escándalo del espionaje de EE. UU. comenzó cuando el pasado 6 de junio, los documentos filtrados por Snowden revelaron una vigilancia masiva de EE. UU., fenómeno del que han sido objeto gobernantes de numerosos países del mundo.