Tras años de esfuerzos por estimar el tamaño de nuestra galaxia, astrónomos de la NASA y de la Agencia Espacial Europea (ESA) han podido determinar que la Vía Láctea pesa alrededor de 1,5 billones de masas solares y tiene un radio de 129.000 años luz desde el centro galáctico.
Las estimaciones anteriores oscilaban entre 500.000 millones y 3 billones de la masa del Sol, una diferencia que se debía a la materia oscura, que compone aproximadamente el 90 % de la galaxia.
«Simplemente no podemos observar la materia oscura directamente», explica en un comunicado Laura Watkins, del Observatorio Europeo del Sur, en Alemania. «Eso es lo que lleva a la incertidumbre en cuanto a la masa de la Vía Láctea: no se puede medir con precisión lo que no se puede ver», agrega la astrónoma, que dirigió el análisis del equipo.
«Una gran combinación de datos»
Es por eso que Watkins y sus colegas recurrieron a otro método, consistente en medir las velocidades de los llamados cúmulos globulares: densas acumulaciones de estrellas que orbitan el centro de la galaxia. Según explica N. Wyn Evans, de la Universidad de Cambridge, «cuanto más masiva es una galaxia, más rápido se mueven sus cúmulos bajo la fuerza de su gravedad».
Los astrónomos utilizaron datos de la misión Gaia de la ESA para medir cúmulos globulares en un radio de 65.000 años luz de la Tierra, y también datos del Hubble, de la NASA y la ESA, para medir cúmulos en un radio de hasta 130.000 años luz de la Tierra.
«Tuvimos la suerte de obtener una gran combinación de datos», indicó Roeland P. van der Marel, del Instituto de Ciencia de Telescopios Espaciales de EE.UU. Según este científico, al combinar las mediciones de la Gaia de 34 cúmulos globulares con las de 12 cúmulos más distantes del Hubble, el equipo pudo determinar la masa de la Vía Láctea «de una manera que sería imposible sin estos dos telescopios espaciales».
Los investigadores estiman que al determinar con precisión la masa de la Vía Láctea obtendrán «una comprensión más clara de dónde se encuentra nuestra galaxia en un contexto cosmológico».