El Feminismo actual es una respuesta de resistencia y rechazo al neoliberalismo, que ha sido el sistema que ha perpetuado el patriarcado.

Son ellos los que están destruyendo nuestros territorios, nuestras comunidades, nuestra gente. Son ellos los que manejan el capital financiero, los que deciden las políticas energéticas, la producción de lo que consumimos. Son ellos los que generan las guerras, los que motivan las migraciones desprotegidas, los que
desabastecen de alimento y regulan el acceso al agua de la población mundial, para enriquecerse y sostener un estilo de vida basado en lo material, en lo meramente productivo. Son ellos los que buscan sostener un modelo basado en una felicidad ficticia e ilusoria; la felicidad del dinero y la acumulación.

Las mujeres paramos el consumismo este 8 de Marzo. Lo paramos para que el Neoliberalismo sepa que no tiene el poder para decidir cómo queremos vivir. Que el poder lo tenemos nosotras, y nos hemos propuesto conservar el planeta y proteger la vida.

Es por eso que las mujeres asumimos responsabilidad en esta cadena de explotación, producción y consumismo, y renunciamos a ciertos hábitos propios de consumo para desestabilizar a los grandes capitales, explotadores de nuestra gente y nuestros territorios.

El 8 de Marzo invitamos a parar el consumo de:
– Paramos el consumo de gasolinas: La extracción de petróleo y gas son las principales razones de las grandes potencias para invadir países. Generando guerra, muerte, miseria y destrucción de sus sistemas políticos internos. Además, busca seguir aumentando la industria del plástico que tan contaminado tiene el
planeta.
El 8M no cargamos gasolina ni compramos productos de plástico. Y nos hacemos conscientes de que podemos disminuir considerablemente su consumo.

– Paramos el consumo de la Industria Textil: Esta industria explota descaradamente a nuestra gente. Hay 40 millones de trabajadores textiles en el mundo, de los cuales 85% son mujeres. El salario bordea los 3 dólares diarios o menos, y no tienen ninguna protección laboral, sin seguro medico, ni asistencia en caso de accidentes, ni pueden organizarse por sindicatos. Además, esta industria se apoya en la publicidad patriarcal, que instala estereotipos de la mujer como un producto más de la industria, apropiándose de las múltiples formas de ser mujer.
El 8M no compramos ropa en las tiendas del Retail. Incentivamos la reutilización de la ropa y rechazamos la publicidad que promueve un solo tipo de mujer.

– Paramos el consumo de redbank y pagos electrónicos: Los bancos manejan nuestras cuentas financieras, lucrando con altas tasas de intereses, manipulan con la especulación. Los bancos saben nuestros hábitos de consumo y los ponen al servicio del sistema para que la publicidad y los medios de comunicación
intensifiquen su incentivo a los créditos de consumo, empobreciendo a las personas.

El 8M no utilizamos nuestras tarjetas bancarias ni hacemos pagos electrónicos. Nos prepamos teniendo dinero en efectivo si es realmente necesario hacer algún pago.

– Paramos el consumo de los supermercados: Los supermercados son los principales responsables de la existencia de una mala alimentación y de la sobre valoración económica de los alimentos saludables, que permiten que solo un porcentaje muy menor de la población se alimente correctamente. Además, la
cadena productiva de esos alimentos, tienen como eje central a las mujeres temporeras, que trabajan en precarias condiciones laborales. La presencia desmedida de supermercados, ha ido destruyendo las industrias locales de pequeña escala.

El 8M no compramos productos de ningún tipo en los supermercados. El 8M compramos en el almacén del  barrio si no contamos con algún producto de primera necesidad.

– Paramos el consumo de aparatos tecnológicos: La sobre producción y demanda de smartphones, computadores, tablets, electrodomésticos, etc, exigen el uso de minerales escasos, con costosos procesos de extracción como el coltán, el oro y el tugnsteno, generado la principal huella ecológica en prejuicio del medio ambiente. Según advierte un estudio realizado por la Escuela de Ingeniería y Tecnología de la Universidad McMaster (Canadá) y publicado en la revista Journal of Cleaner Production, los centros de datos y los smartphone serán las tecnologías de la información y comunicación más contaminantes en el año 2020.

El 8M no compramos productos tecnológicos. El 8M reivindicamos el concepto de reutilización y reparación de los aparatos tecnológicos.

– Paramos el consumo en las Farmacias: La industria farmacéutica ha especulado con el derecho de la salud de grandes poblaciones humanas. El acceso a la medicina tradicional esta supeditado a la capacidad económica de las familias, generando mayor segregación social. El costo de la producción de medicamentos es muy inferior al costo de venta, posicionándose como una de las industrias mas rentables del mundo.

El 8M no compramos medicina tradicional. El 8M reconocemos la importancia de la medicina natural y otras formas de sanción.

– Paramos el consumo de coca-cola, drogas y alcohol: Estas sustancias fueron pensadas para mantener a las personas en estados de baja conciencia, serviciales al sistema. Y junto con ello, han generado el aumento de depresión, diabetes, entre otras enfermedades importantes. El negocio de su producción y distribución ha provocado la deforestación de los bosques nativos, el narcotráfico y la muerte de miles de personas asociadas a este mercado.

El 8M no compramos estos productos e incentivamos un modo de vida sana y un tipo de sociedad consciente que haga frente a la violencia del sistema Neoliberal.

Con estas pequeñas renuncias de consumo, las mujeres nos proponemos desestabilizar la economía global y rechazar la violencia laboral, social, religiosa, física, racial y ambiental del sistema Neoliberal. Queremos frenar las guerras por el petróleo y la energía nuclear. Defender el derecho al agua y asumir su cuidado.
Potenciar la solidaridad entre los pueblos, compartir los recursos y vivir de forma colaborativa, con espíritu comunitario y sustentable en el tiempo.

#WomenStopTheSystem #MujeresParanElSistema

Primer vídeo de adhesión a esta campaña, de Moira Millán Weichafe (activista y escritora)