Los antecedentes de la política intervencionista de los Estados Unidos, se encuentran en la Doctrina Monroe, que sirvió para erradicar la influencia comercial y militar de los europeos en las colonias del sur. Desde temprano estuvieron conscientes los gobiernos de EEUU, de la importancia de América Latina y el Caribe, para sus aspiraciones imperialistas.
El 2 de diciembre de 1823 el quinto presidente de los EEUU, James Monroe, en su discurso al congreso de su nación, definió una política exterior fundamentada en acciones militares que les garanticen el poder hegemónico económico y político a escala global.
AMÉRICA PARA LOS AMERICANOS o debe leerse: “América para los Norteamericanos” frase que resume el discurso escrito por John Quincy Adams, conocida desde entonces como la Doctrina Monroe, hito que ha marcado la política de la Casa Blanca, saturada de intervenciones políticas, económicas y militares alrededor del mundo.
Venezuela ha sido ejemplo de estas intervenciones, desde 1999 con el ascenso al poder de Hugo Chávez, la mano de Washington ha estado presente en todos los intentos por derrocar un gobierno electo democráticamente por los venezolanos; siempre amparados en la industria mediática internacional, que difunde relatos a su conveniencia, con estrategias como las FAKE NEWS o la post verdad, táctica de difusión que utiliza como punta de lanza para los golpes blandos “suaves” –no directos- con noticias falsas y manipuladas, para crear un ambiente de ingobernabilidad que allane la intervención militar directa o con la complicidad de gobiernos vecinos.
En un escenario de estas características, Venezuela es hoy el epicentro de la geopolítica mundial, al encontrarse en pleno desarrollo una intervención de EEUU. En Honduras está fresca en la memoria, como se creó la crisis que propició el golpe de estado contra Manuel Zelaya.
Mundo Sin Guerras y Sin Violencia, respetuosos de la autodeterminación de los pueblos, defendemos la paz y rechazamos la violencia en todas sus manifestaciones.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional, para promover el diálogo en Venezuela, que si bien ha fracasado antes, DEBEMOS INSISTIR, es la única vía civilizada para solucionar los conflictos entre las personas, los pueblos y entre las naciones.
Paz, fuerza y alegría.