Siguiendo el ejemplo de Greta Thunberg, la sueca de 16 años que ha estado protestando todos los viernes ante el Parlamento para presionar al gobierno a tomar medidas contra el cambio climático que amenaza al planeta, las huelgas del clima se están extendiendo por todo el mundo. Hablamos de eso con Sarah Marder, una de las integrantes más activas de #FridaysForFuture en Italia.
–¿Qué te llevó a ir sola frente a la Comuna de Milán con un cartel que decía «Emergencia climática»?
–Las palabras de Greta el 12 de diciembre de 2018 «Quienquiera que seas, dondequiera que estés, necesitamos que te presentes ante tu Parlamento o tu Municipio para hacerles saber que exigimos una acción por el clima», me inspiraron y se puede decir que cambiaron mi vida. Crecí en los Estados Unidos en una granja en el campo, con aire limpio y sin ninguna enfermedad y más tarde, como madre en Milán, con mis hijos frecuentemente enfermos, me di cuenta que hay una contaminación incontrolable contra la que parecía que no había nada que hacer. Durante años me sentí preocupada e impotente ante la falta de una acción decidida frente a la amenaza que este sistema representa para el planeta y la humanidad, y cuando escuché el llamamiento de Greta a la COP24 fue como si me estuviera hablando directamente, instándome a seguir su ejemplo. Era como una convocatoria de la que no podía escapar. Entonces tomé mi agenda y marqué cada viernes hasta finales de marzo de 2019, comprometiéndome a dedicar algún tiempo a hacer del cambio climático un tema central.
–Después de ese primer viernes 14 de diciembre, las cosas empezaron a cambiar….
–Sí. La semana siguiente éramos seis, luego doce, luego treinta y luego cincuenta. La gente se sumó por las redes sociales (Facebook, Twitter, Istagram, Whatsapp) y llegó a la Piazza Scala con un letrero escrito a mano a menudo sin conocerse, unidos por el deseo de seguir el ejemplo de Greta. Se ha creado una comunidad virtual, un movimiento desde abajo que sigue creciendo de modo espontáneo, creativo y horizontal, con mucha energía expansiva, muchos contactos en red que nos permiten intercambiar información y aprender de las experiencias de los otros. Y lo mismo ocurre no sólo en toda Italia (con huelgas del clima en Pisa, Turín, Roma, Brescia, Bolonia, Génova, Bari y Taranto), sino también en muchos otros países, donde se movilizan sobre todo los jóvenes. El 70% de las emisiones son producidas por las ciudades, así que ahí es donde hay que empezar a reducirlas, también porque los gobiernos nacionales a menudo ignoran el problema o se niegan a moverse. Por eso es importante que #FridaysForFuture se extienda a tantas ciudades como sea posible, creando un efecto dominó que finalmente obligue a la acción.
–¿Qué esperas de esta movilización?
–Las huelgas del clima son como una avalancha que crece a medida que avanza. Tener una cita semanal fija es una gran ayuda para la participación. Se pueden encontrar muchas maneras, muchas fórmulas diferentes para expresar el mismo mensaje y de hecho están surgiendo grupos como «Científicos por el futuro», «Padres por el futuro», «Maestros por el futuro», etc. Se trata de un enjambre de iniciativas que culminarán con la huelga mundial del clima del 15 de marzo, un evento en construcción que involucrará más de 40 países.
–¿Qué te motiva a continuar con este intento?
–Como dije al principio, esta actividad me ha permitido finalmente reaccionar ante la impotencia y la frustración frente al tema ambiental. Entonces, hago mías las palabras de Noam Chomsky: «Podemos ser pesimistas, rendirnos y ayudar a que pase lo peor, o ser optimistas, aprovechar las oportunidades que ciertamente ya existen y tal vez ayudar a hacer del mundo un lugar mejor.” Y también las de Greta Thunberg: «Es verdad, necesitamos esperanza pero sobre todo acción. Una vez que empezamos a movernos, la esperanza está en todas partes».
Para información sobre #FridaysforFuture en Italia: https://www.facebook.com/fridaysforfutureitaly/
Para información sobre #FridaysforFuture en todo el mundo: https://www.facebook.com/groups/929294497203110/
