La noticia nos ha llegado a través de la agencia EFE. El Partido Gitano de Hungría anunció que se presentará a las elecciones generales de 2014 con un programa en el que destaca la lucha contra la discriminación social y económica y la defensa ante los ataques de la extrema derecha. El portavoz del partido, Aladár Horváth, explicó a Efe que los gitanos en Hungría «están segregados» y que las otras organizaciones políticas se encuentran «esposadas por los votantes racistas».
La formación, que cuenta con 5.000 militantes, denuncia que la vida de los gitanos en Hungría está marcada «por un desempleo del 90 por ciento» y por «la amenaza e intimidación de los miembros de las guardias del Jobbik», la tercera fuerza política del país. «Nos defenderemos», aseguró Horváth, aunque dejó claro que «los gitanos nunca reaccionarán de una forma agresiva».
El Partido Gitano espera conseguir el apoyo de, al menos, la mitad de los ciudadanos con derecho a voto de esta minoría, unas 200.000 personas (el 2,5 por ciento del censo electoral), para convertirse «en una fuerza capaz de negociar con otros partidos». La crisis económica ha dado nuevos impulsos al discurso racista contra los gitanos en Hungría, principalmente por parte del Jobbik y de la Guardia Húngara, su brazo paramilitar. Los miembros de este grupo, ilegalizado en 2009 y refundado bajo otros nombres, suelen organizar desfiles amenazadores por zonas donde viven los gitanos.
«Lo más importante para los gitanos es el trabajo, ya que así podremos responder a la crítica generalizada de que no trabajan», dijo Horváth, quien destacó la importancia de que dentro de la estrategia europea para los gitanos «se elaboren programas político-económicos innovadores». Junto a la integración laboral, el dirigente político subrayó la importancia de la educación entre los jóvenes, para que puedan ser la base de programas de integración social. (Hasta aquí la Agencia EFE).
¿Es viable la creación de un Partido Gitano en España?
Viable indudablemente lo es, pero su existencia con fines electorales sería un fracaso. Jamás conseguiríamos un Diputado para el Congreso con la actual Ley Electoral. No hay gitanos suficientes en ninguna provincia española, mayores de 18 años, para alcanzar el mínimo necesario que supusiera la consecución de un escaño. Y eso suponiendo que TODOS los gitanos y gitanas votaran al mismo partido, cosa a todas luces improbable. En nuestro país un partido político de estas características solo tendría posibilidades de éxito en las elecciones municipales. Hay ciudades en España donde la población gitana por si sola podría sacar más de un concejal.
Personalmente creo que nuestros esfuerzos deben encaminarse a lograr que los partidos consolidados en España incluyan en sus listas electorales a gitanos y gitanas bien formados y capaces de defender desde los posicionamientos ideológicos de sus respectivas formaciones los intereses colectivos de nuestra comunidad.
Pero, ¿están dispuestos los partidos políticos a hacer un hueco en sus listas ─en un puesto que no sea testimonial, sino con verdaderas posibilidades de ser elegido─ para facilitar que una minoría tan importante como la gitana pudiera tener voz propia en el Congreso de los Diputados?
Asunto este de capital importancia al que la Unión Romani dedicará partir de ahora una atención preferente.
Juan de Dios Ramírez-Heredia
Presidente de Unión Romani