El conflicto israelo-palestino terminará solo cuando Palestina tenga plena soberanía sobre las fronteras de 1967 con Al-Quds como capital, afirma la ANP.
El primer ministro palestino, Rami Hamdalá, urgió el miércoles a la comunidad internacional a tomar acciones inmediatas para impulsar la llamada “solución de dos Estados” en los territorios palestinos ocupados.
“Ramalá —sede del liderazgo de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), ubicada en la Cisjordania ocupada— debe tener pleno dominio sobre las fronteras de 1967 con Al-Quds como capital. Solo en este caso se resolverán los conflictos”, aseguró en una entrevista concedida a la cadena libanesa Al-Mayadeen.
Hamdalá también denunció que el régimen israelí continúa con sus agresiones contra las localidades palestinas de Gaza, Ramalá, Al-Quds (Jerusalén) y Nablus.
Los palestinos están tratando de crear un Estado independiente en los territorios de Cisjordania, incluyendo la ciudad de Al-Quds y la Franja de Gaza, y exigen que el régimen de Tel Aviv se retire de sus territorios. Sin embargo, Israel se ha negado a volver a las fronteras de 1967, y no está dispuesto a discutir el tema de Al-Quds.
Israel, agregó Hamdalá, está en busca de crear caos y tras abandonar y suspender todos los acuerdos alcanzados, se ve autorizado a hacer todo lo que quiere. En este sentido, criticó que no se apliquen las resoluciones internacionales sobre Palestina.
Luego de haber reconocido que el 64 por ciento del territorio cisjordano está bajo ocupación completa de los militares israelíes, señaló que Israel pretende establecer un pequeño gobierno en la Franja de Gaza y un gobierno autónomo en la Cisjordania y mantenerlos separados.
Asimismo, se refirió al controvertido plan estadounidense, el llamado acuerdo del siglo, y enfatizó que Palestina nunca aceptará algo que vaya en contra de la cuestión de Al-Quds o de los refugiados palestinos.
Según informes, dicha medida negaría el derecho al retorno de los refugiados palestinos, expulsados de sus tierras después de la formación del régimen israelí en 1948.
Desde un principio, las autoridades palestinas han rechazado la iniciativa del presidente norteamericano, Donald Trump, para Palestina, considerándola la “bofetada del siglo”, pues su supuesto plan de paz, en realidad, busca destruir el proyecto nacional palestino.