El lunes llegaron 50 observadores a Siria. Según se informa, recorrerán el país en equipos de diez, en un esfuerzo por evaluar las condiciones sobre el terreno. Sus identidades se han mantenido mayormente en secreto. Algunos activistas están preocupados porque creen que los equipos no van a poder hacerse una imagen objetiva de la situación debido a la estrecha vigilancia que el régimen de Assad mantiene sobre la coalición. Los equipos utilizarán transporte del gobierno para recorrer el intranquilo país y no están autorizados a visitar emplazamientos gubernamentales de importancia crítica. Las Naciones Unidas estiman que el gobierno sirio ha dado muerte a más de 5.000 personas desde el inicio de la represión contra los opositores en marzo.