La caída del PIB venezolano y argentino lastra unos resultados en consonancia, sin embargo, con un año de altibajos en las bolsas mundiales. Las previsiones mejoran un poco para un año que viene lleno de incertidumbres.
La economía de América Latina y el Caribe cerrará el año 2018 con un débil crecimiento del 1,2%, una décima menos que el 1,3% anotado en 2017, en el contexto de un «escenario mundial complejo», afirmó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en Santiago de Chile. En su balance preliminar de las economías de la región para el 2018, la Cepal señala que el crecimiento se debilitó este año tanto en América del Sur, desde un 0,8% en 2017 a un 0,6% este año, como en Centroamérica, Cuba y Haití (3,4% a 3,2%).
En el Caribe, en tanto, la recuperación tras el impacto de los desastres naturales del 2017 contribuye a una aceleración del crecimiento, desde un 0,2% el año pasado a un 1,9% en 2018. Por países, destacan con los mayores aumentos del PIB (producto interior bruto) este año República Dominicana (6,3%), Antigua y Barbuda (5,3%), Granada (5,2%), Bolivia (4,4%), Panamá (4,2%), Paraguay (4,2%), Chile (3,9%), Perú (3,8%), Honduras (3,7%), Guyana (3,4%), San Vicente y Granadinas (3,2%) y Costa Rica (3%).
Luego están Guatemala (2,9%), Bahamas (2,5%), Santa Lucía (2,5%), El Salvador (2,4%), México (2,2%), Belice (2,2%), Saint Kitts y Nevis (2,1%), Uruguay (1,9%), Surinam (1,9%), Trinidad y Tobago (1,9%), Jamaica (1,5%), Haití (1,4%), Brasil (1,3%), Cuba (1,1%) y Ecuador (1%). En el otro lado de la balanza, Venezuela cierra el año con una caída de su PIB del 15%, mientras la caribeña Dominica lo hace con una del 4,4%, la economía de Argentina termina con un retroceso del 2,6% (cuando su previsión era un crecimiento del 3%) y Barbados, con uno del 0,5%.
Retroceso en las bolsas mundiales
Sin embargo, los resultados no son malos si se tiene en cuenta la coyuntura en los mercados mundiales, donde se han perdido 7 billones de dólares a nivel global en valor accionarial, los mercados emergentes se han visto dañados por las alzas de la moneda estadounidense y la bajada del precio de las materias primas y hasta el oro y los bonos de Estados Unidos han perdido valor. Aunque, eso sí, la media mundial de crecimiento económico se estima en un 3,2%. Las tensiones comerciales entre EE. UU. y China, la inestabilidad del precio del petróleo y la volatilidad de las criptomonedas, unido al aumento de los intereses de la deuda en Italia, Grecia y Francia (resicitando los temores en la zona euro), explican en parte la situación.
«Después de diez años de tipos de interés bajos, tenemos que entender cómo puede revertirse la situación en los mercados», dice el analista de Allianz Global Investors Neil Dwane. «Lo que era un círculo virtuoso ascendente puede convertirse en un círculo vicioso de caída», advierte. Incertidumbres como el brexit o la evolución del dólar podrían hacer que esta sensación de montaña rusa en los mercados continúe. Para el 2019, en un escenario de «mayores incertidumbres, provenientes de distintos frentes», la Cepal prevé sin embargo para la región latinoamericana un crecimiento económico promedio del 1,7%, también una décima menos que la proyección hecha hace dos meses.