Nuestros corresponsales han sido cada vez más testigos directos de los acontecimientos que nos importaron: la convergencia de jóvenes en la plaza Tahrir; los indignados de Madrid, Paris, Roma y Londres; la militancia anti-nuclear; los estudiantes y profesores chilenos; Occupy New York; los de la Tupac Amaru; los del Buen Vivir, por citar algunos.

Pero este 2011 que se va nos ha dejado también la sensación de urgencia respecto del trabajo que estamos haciendo, porque los síntomas de la crisis real y global de este sistema resultan cada vez más evidentes, como lo es la necesidad de un periodismo desalineado de la manipulación económica-política y al servicio de la gente; un periodismo capaz de inspirar el camino de los constructores del nuevo mundo que debe manifestarse, un periodismo que ampare en la esperanza de un futuro mejor.

Para eso contamos con todos ustedes y pueden contar con certeza de que nosotros estaremos. Entre las bambalinas del cambio, en las alegres vanguardias de la paz y la no-violencia, ocupando con nuevas ideas este mundo que es de todos, en las acampadas de los nuevos tiempos y en la fraternidad de la revolución.

Para ustedes y para esta intención que se abre paso, un gran abrazo de paz, fuerza y alegría.

Equipo Pressenza