Un portavoz del ente panárabe señaló que el secretario general, Nabil El-Arabi, y el representante permanente de Catar, Saleh Bin Abdulah Al Bouanien, presidieron la ceremonia de firma.
La fuente declinó dar pormenores de las enmiendas hechas, a solicitud de Siria, al polémico protocolo presentado en Rabat a mediados de noviembre por 21 ministros de Relaciones Exteriores árabes.
El protocolo forma parte de las presiones de la LA, alineada con Estados Unidos y la Unión Europea, al gobierno del presidente Bashar Al-Assad, al que amenazaron con un paquete de sanciones económicas sin precedentes en los más de 60 años de historia de la organización.
De acuerdo con lo firmado hoy, unos 500 observadores podrán ingresar a Siria para monitorear la situación y supuestamente impedir nuevos actos de violencia, que la entidad atribuye únicamente a las autoridades, en clara parcialidad con la oposición armada.
El documento en cuestión se considera el mecanismo para ejecutar una iniciativa panárabe en la que ha tenido particular protagonismo Catar, por intermedio de su primer ministro y canciller, jeque Hamad bin Jassim bin Jabor Al Thani.
A tono con la línea de Doha, donde han tenido lugar varias de las reunions para debater el caso sirio, Al-Thani amenazó el pasado sábado a Siria de que la LA llevaría al Consejo de Seguridad de la ONU todas las resoluciones adoptadas en su contra, si no rubricaba el protocolo.
El portavoz del Ministerio sirio de Relaciones Exteriores, Jihad Maqdisi, declaró hoy a un canal televisivo británico que Damasco estaba listo para firmar la copia final enmendada del documento para la misión de observadores árabes.
Fuentes locales destacaron declaraciones del canciller sirio, Walid Al-Muallem, quien subrayó que su país y El-Arabi «confían en una mutua amistad» y afirmó que se hicieron enmiendas que preservan la soberanía nacional y la coordinación de los observadores con el gobierno.