La ciudad de Piracicaba, de 400.000 habitantes, está confirmada como una de las sedes de la réplica que impulsa desde Brasil para los países de idioma luso el ex alto cargo de Medio Ambiente, Marcos Sorrentino, profesor universitario y biólogo.

Apenas dos años después de su estreno en A Coruña, la iniciativa desarrollada por el movimiento Acampa consigue expandirse a América e incluso África, gracias al proyecto que el Laboratorio brasileño de Educación y Política Ambiental y otras organizaciones de Piracicaba están organizando este 2019 en los principales países de lengua lusa.

Acampa por la paz y el derecho a refugio se internacionaliza. Apenas dos años después de su estreno en los Jardines de Méndez Núñez de A Coruña, esta iniciativa a favor de un Derecho a Refugio real y efectivo que abandera la red Acampa tendrá una réplica fuera de Galicia. La ciudad brasileña de Piracicaba, a 150 kilómetros de Sao Paulo y con una población semejante a la propia área metropolitana coruñesa, está confirmada como una de las sedes de lo que se convertirá en la primera Acampa Brasil o, para ser precisos, la primera luso-parlante. Su impulsor, el experto en educación ambiental Marcos Sorrentino, profesor y responsable del Laboratorio de Educación y Política Ambiental (método Oca) de la Universidad de Sao Paulo, busca montar una edición simultánea de Acampa 2019 en otras ciudades, incluida la capital, Brasilia, contando además con la implicación de otros países de lengua portuguesa: Portugal, Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique y Santo Tomé y Príncipe (sin contar, por ahora, con Guinea Ecuatorial, en África y Timor Oriental, en Oceanía).

“Aunque sea de pequeñas dimensiones, Acampa Brasil se celebrará. Con toda certeza”. Así de rotundamente se expresa este exalto cargo del Ministerio de Medio Ambiente de la Administración Lula, quien lleva meses preparando esa suerte de externalización de la iniciativa coruñesa nacida en 2017. Incluso –dice Sorrentino- van a buen ritmo las conversaciones para conseguir este 2019 una celebración simultánea de Acampa en los más países luso-hablantes posible. El impulsor de la primera Acampa Brasil, junto al Laboratorio de Educación y Política Ambiental y varias organizaciones locales de Piracicaba (los responsables de la Jornada Universitaria por la Reforma Agraria, entre otras), está empleando todas las vías negociadoras a su alcance en aras de ese propósito, tanto la Red de Educación y Justicia Ambiental, los Congresos Lusófonos de Educación Ambiental y también las Caravanas del Buen Vivir. Todo, para conseguir el apoyo y también la implicación de las instituciones y los movimientos sociales más representativos de dentro y fuera de Brasil. La próxima cita encaminada a esa imprescindible suma de sinergias –anuncia el profesor de Sao Paulo- será en Guinea-Bissau, en el Congreso Lusófono Galego previsto para el mes de abril. La última fue en Leiria, en Portugal, hace quince días.

Educación ambiental versus migraciones

Marcos Sorrentino y su colega del Laboratorio de Educación y Política Ambiental, Simone Portugal, estuvieron este verano como invitados en Acampa por la paz y el derecho a refugio. Vinieron a exponer la labor que desarrolla el Movemento dos Traballadores Rurais Sen Terra en Brasil y, por extensión, su apuesta por la educación popular (método Oca). La escala en A Coruña de los fundadores del Laboratorio adscrito a la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz, en Sao Paulo, fue una más del periplo internacional que ambos emprendieron para dar a conocer y a un tiempo, contrastar, su trabajo de investigación alrededor de la educación y el medio ambiente, pero resultó decisiva. “Este verano en A Coruña pudimos comprobar la convergencia entre la filosofía del movimiento Acampa y nuestras áreas de actuación, centradas en la lucha por la tierra y la justicia social”. La educación ambiental, comenta a ese respecto el impulsor de Acampa Brasil, “es un camino para proteger el futuro de millones de personas que, de otro modo, abocamos a migrar en oleadas”.

“Enfrentar el problema de los refugiados y refugiadas –subraya- es enfrentar, país por país, las desigualdades que llevan a la emigración, algo que tiene mucho que ver con la propia educación ambiental”, el área específica de Sorrentino. Contribuir a la educación de la gente “pasa por un cambio de esa cultura que busca el bien material individual a otra de solidaridad y cooperación”. De ahí que el Laboratorio brasileño, que coordina, centre ese proceso educador en la población de base a través de los llamados “círculos de cultura”, proyectos desarrollados con profesores y también agricultores, en el campo y asimismo en la ciudad. “Porque la única vía para conseguir ese cambio imprescindible es el diálogo”.


Acampa por la paz y el derecho a refugio es una red en constante movimiento en defensa de los Derechos Humanos. Así, cada año convoca un encuentro de tres días para ahondar en las causas de los acontecimientos en torno a los que gira el evento y contrastar la información que facilitan al respecto los medios de comunicación. Es por lo que el movimiento Acampa trae a la ciudad exposiciones fotográficas nacionales e internacionales y hace una reconstrucción de un campo de personas refugiadas. Más allá de eso, también elabora conferencias y mesas de debate con responsables de colectivos que conocen de primera mano esas realidades. Ofrece asimismo talleres para distintas edades y actividades lúdicas e interactivas de sensibilización social. Todo, gratis.

Acampa es una iniciativa sin fines de lucro que, nacida en 2016, está integrada por colectivos sociales, culturales, educativos, vecinales, políticos y sindicales, además de instituciones y empresas con responsabilidad social, con el objetivo de defender los Derechos Humanos, el Derecho Internacional Humanitario y el Derecho a Refugio. A ese fin, primero creó la Red Acampa (más de 60 entidades), que une el tejido asociativo de A Coruña y a la mayoría de las ONG que trabajan in situ con las personas refugiadas en todo el mundo y, ya en 2017, puso en marcha la campaña anual de sensibilización Acampa por la paz y el derecho a refugio.