A diferencia de los 477 palestinos liberados en la primera fase del acuerdo -el 18 de octubre pasado-, entre los que había condenados a cadena perpetua, ninguno de los prisioneros que serán entregados a partir de este este domingo tiene condenas por haber causado víctimas mortales.

La puesta en libertad fue autorizada por el Tribunal Supremo israelí, que rechazó una solicitud planteada por ciudadanos israelíes opuestos a la liberación de estos reos, condenados a penas que oscilan entre varios meses de prisión y 18 años de cárcel.

Un total de 400 palestinos ya cumplieron dos tercios de sus sentencias, la mayoría por lanzamiento de piedras, colocación de bombas, intento de asesinato y pertenencia a milicias que Tel Aviv considera terroristas, informó la agencia de noticias Prensa Latina.

Según el Servicio de Prisiones de Israel, casi todos los que serán beneficiados con esta medida residen en la ocupada Ribera Occidental, territorio sede de la Autoridad Nacional Palestina que preside Mahmud Abbas.

La emisora Radio Ejército precisó que tras ser registrados por el Comité Internacional de la Cruz Roja, dos de los reclusos serán transferidos a Jordania por el puente de Allenby, mientras igual número irá a Jerusalén y 41 a Gaza a través del cruce fronterizo de Kerem Shalom.

La primera fase, en cotubre pasado, favoreció a muchos milicianos del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), pero entre quienes serán liberados hoy -excepto dos mujeres- ningún preso pertenece a esa agrupación o a la Jihad Islámica, pues están afiliado a Al-Fatah y de otros grupos políticos, informó la agencia palestina Ma´an.

La primera fase había beneficiado a 450 hombres y 27 mujeres, de los cuales 96 fueron trasladados a Cisjordania, 14 a Jerusalén Este y seis al propio territorio de Israel, pero otros 40 fueron forzados a cambiar su residencia habitual en Cisjordania por Gaza, Qatar, Turquía y Siria.

A cambio, el joven militar Gilad Shalit retornó a Israel vía Egipto, país que actuó como mediador junto con Alemania, y puso fin así a cinco a más de cinco años de prisión en la Franja de Gaza, donde había sido capturado en el verano de 2006 por un comando islamista de Hamas.