Con la fuerza y resolución que caracteriza a la Tupac Amaru, y también con su cálida acogida, se dio la bienvenida a todos los asistentes al acto público realizado con motivo de la visita de Evo Morales al país, el cual fue seguido de un partido de fútbol en el que el mandatario desplegó sus habilidades deportivas.

Un extracto de lo ocurrido publicado por algún medio local, recoge también las palabras de Evo Morales:

«Reafirmó que estaba en la Argentina para *“la asunción de Cristina”* y recordó con cariño a Néstor Kirchner, a quien consideró como su *“maestro en la administración pública”*.

Pero, sobre todo, se dirigió a la comunidad boliviana en la Argentina –a la que prestó atención que cantó con más entusiasmo el himno argentino que el boliviano porque *“ya tienen hijos y nietos argentinos”*– para informar sobre su gestión *“porque es mi obligación”*. Dijo que la administración del Estado plurinacional se basa en la *“austeridad y la honestidad”*, para repasar algunos logros. Dijo que el sueldo de presidente se redujo de 40.000 bolivianos a 15.000 (unos dos mil dólares), que se combatió la corrupción, que ubicó a Bolivia como *“subcampeones mundiales”*, y que la inversión pública subió de 600 millones de dólares anuales a 3600, tras la nacionalización de los hidrocarburos, en mayo de 2008. Destacó que Bolivia tiene superávit fiscal, por primera vez desde 2005, lo que le permitió instrumentar el Bono Juancito Pinto para el primer año escolar, lo que ayudó a bajar la deserción del 6 al 2 por ciento. Insistió en que la integración de los pueblos bolivianos se instrumenta a través de la construcción de caminos y aeropuertos, y enumeró muchos de los realizados y en construcción. Ahí hizo un alto, para explicar la controvertida construcción de la carretera Beni-Cochabamba, camino que une el oriente y el occidente boliviano y que es reclamado desde antes de independencia boliviana, en 1825.

*“Los medios de comunicación y organizaciones ecologistas*”, se quejó el presidente de Bolivia, aprovecharon para *“confundir”* y decir que se mutilan 60 kilómetros de selva sobre más de trescientos de camino. *“En Santa Cruz, donde desmontan 200.000 hectáreas anuales y los que cazan lagartos para hacer carteras ahora zapatean en defensa de la ecología”*, sentenció desde la tribuna. Evo se llevó algunos recuerdos, varias placas y una canasta de verduras de los productores. Dos carteles colgados en el gimnasio recordaban sus reclamos: la salida al mar de Bolivia y el *“anhelo de trabajar y vivir en dignidad para volver a nuestra patria”*. A ellos, Evo les dijo que el Estado había recuperado tierras para producir y los invitó para *“escucharlos a ustedes”* y que puedan retransmitir su *“experiencia productiva”* en Bolivia.