Por Gabriel Bulgach
El mes de Noviembre de 2018 quedará marcado por el avance en la destrucción del sistema de Derechos Humanos en la ciudad de Buenos Aires. Particularmente en el sistema educativo y el de salud.
Aunque parezca una obviedad, hay que resaltar y enfatizar en que el pleno ejercicio del derecho a la educación y a la salud no queda simplemente resuelto en la alternativa de que existan escuelas y hospitales. La multidimensionalidad de cualquier derecho humano implica un desagregado de indicadores complejo que debe ser analizado de un modo estructural al momento de dar cuenta de que tal o cual derecho efectivamente se está garantizando y en qué grado o calidad.
Y es desde una misma perspectiva estructural de aquella multidimensionalidad, que se comprende que al producir modificaciones en aspectos que alteran los indicadores de cumplimiento, se modifica el esquema general a partir del cual afirmar que se está garantizando el ejercicio de tal o cual derecho.
Es el caso de la salud y la educación en la ciudad de buenos aires, en donde se están promoviendo transformaciones en algunas dimensiones que tienden a empeorar la calidad de los derechos humanos.
Sistema de Salud
A principios de este mes, la legislatura porteña promulgó una ley que reforma la carrera de salud y que deja fuera de la consideración como “profesionales de la salud” a los licenciados en enfermería, los licenciados en instrumentación quirúrgica y los licenciados en bioimágenes. Esta modificación no sólo afecta directamente el nivel salarial de esos trabajadores, sino que los excluye de las alternativas de la carrera de salud.
Por otra parte, se encuentra en avance el plan del Complejo Hospitalario Sur, que implica la unificación de 5 hospitales con diferentes especialidades en un solo predio. Este plan, también conocido como «5×1», implica un millonario negocio inmobiliario que se concretará con la venta de los predios donde actualmente funcionan 4 hospitales.
No hay ninguna otra fundamentación para el proyecto que la disponibilidad de esos terrenos para su venta. La concentración de diferentes especialidades (infectología, oncología, traumatología, etc.) aumentaría el riesgo hospitalario, habilitaría a la reducción de la planta de todo el conjunto de los profesionales de la salud implicados, potenciaría las complejidades que implican la multiplicación de la cantidad de personas que circulan por un área determinada de la ciudad, sin la adecuación de las capacidades del sistema de transporte y servicios, y un conjunto casi imponderable de consecuencias.
Sistema Educativo
El 22 de noviembre, y en medio de fuertes protestas de gremios docentes, centros de estudiantes y organizaciones sociales, se votó lo que se conoce como la ley UNICABA. El proyecto apunta al reemplazo de 29 profesorados docentes por una universidad en la cual se formarían los futuros profesores.
Al igual que con el proyecto de concentración de las unidades hospitalarias, se sospecha un negociado inmobiliario respecto de los 29 predios donde funcionan actualmente los profesorados. La universidad dependería del gobierno de la ciudad en tanto los profesorados son autónomos. Es evidente también la disminución del plantel docente con la consecuente dilución de la fuerza sindical en la lucha por los derechos del trabajo, las condiciones en las que se desarrolla, y la definición de los contenidos académicos.
Por otro lado, ya se está implementando el proyecto “escuelas del futuro”, diseño de escuela secundaria que reemplazaría progresivamente al diseño actual. El punto quizás más crítico del nuevo plan está ligado al planteo de pasantías obligatorias para los estudiantes durante el último año de cursada, y que anuncia el posible despido de miles de trabajadores que serán reemplazados por estos alumnos, quienes a su vez desarrollarán una actividad laboral totalmente flexibilizada y sin ningún tipo de protección.
Conversamos con Alberto Falabella, profesor de física en el Profesorado de Educación Tecnológica y del IES 2 Mariano Acosta. Le pedimos que analice el proyecto de Unicaba.