Durante el II Foro Mundial sobre Violencia Urbana y Educación para la Convivencia y la Paz que tuvo lugar entre el 5 y el 8 de noviembre de 2018 en la capital española, Madrid, ICAN lanzó su nuevo llamamiento «ICAN Salva mi ciudad» pidiendo a las ciudades que tomen medidas para apoyar el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares.
El llamamiento hace un llamamiento a los municipios para que ejerzan presión sobre los gobiernos -la mayoría de los cuales, en los estados de la OTAN, son reacios a salirse de la línea de la política estadounidense en materia de armas nucleares- para que firmen y ratifiquen el Tratado de Prohibición, dado que las ciudades son los objetivos inevitables de las bombas nucleares.
Además, el llamamiento insta a los municipios a trasladar sus cuentas bancarias y fondos de pensiones, etc., de las instituciones financieras que apoyan a la industria de las armas nucleares utilizando recursos como el informe No Bancar la Bomba, elaborado anualmente por PAX.
Beatrice Fihn, Directora Ejecutiva de ICAN, dijo: «Esta campaña es importante en países que no han firmado el tratado, donde el gobierno no ha logrado proteger a sus ciudadanos… En realidad, depende de los alcaldes y los ayuntamientos proteger a sus ciudadanos».
Fihn citó ejemplos de ciudades como Sydney, Melbourne, Toronto, Milán, Baltimore y Los Ángeles que ya han firmado resoluciones de apoyo al Tratado de Prohibición y espera que la presencia de ICAN en Madrid lleve a la alcaldesa Manuela Carmena a tomar medidas similares con el ayuntamiento.
«Ahora estamos esperando que Madrid, Barcelona y todas las demás ciudades de España actúen y presionen al gobierno porque el cambio empieza con la gente».
Video por Álvaro Orus.
El texto del llamamiento dice: «Nuestra ciudad está profundamente preocupada por la grave amenaza que las armas nucleares representan para las comunidades de todo el mundo. Creemos firmemente que nuestros residentes tienen derecho a vivir en un mundo libre de esta amenaza. Cualquier uso de armas nucleares, ya sea deliberado o accidental, tendría consecuencias catastróficas, de largo alcance y duraderas para las personas y el medio ambiente. Por lo tanto, apoyamos el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares y pedimos a nuestros gobiernos que se unan a él».