*“El testimonio del director del periódico, Julio Fentanes, recabado por Reporteros sin Fronteras, no deja lugar a dudas sobre la intención de hacer callar a este medio de comunicación. El móvil aún queda por esclarecerse, incluso si se vislumbra la pista política debido a ciertos elementos. Esperamos que las autoridades judiciales del estado de Veracruz tengan el valor de explorar esta vía y de trabajar con toda independencia. Recordamos que prevalece una total impunidad en los casos de violencia contra la prensa registrados desde el inicio del año. Veracruz se convirtió en 2011 en uno de los estados más mortíferos del país, con tres asesinatos de periodistas, así como en uno de los más afectados por la guerra de los cárteles de la droga”*, declaró Reporteros sin Fronteras.
La madrugada del 6 de noviembre un grupo conformado por unos quince individuos armados irrumpió en las instalaciones del diario, tras haber abierto fuego contra la fachada. Los agresores rociaron gasolina en el edificio y le prendieron fuego. La veintena de empleados que se encontraba en el lugar tuvieron tiempo de protegerse de las llamas refugiándose en la sala de las rotativas. José Abella García, propietario de El Buen Tono, expresó al aire en Imagen Radio: *“todo se quemó, todo se perdió”*.
El Buen Tono *»es un diario crítico, de periodismo ciudadano, urbano, hacemos señalamientos al trabajo mal hecho, a las negligencias de las autoridades municipales»*, explicó Julio Fentanes a Reporteros sin Fronteras. Recientemente El Buen Tono publicó información en la que se acusaba al alcalde de Córdoba, Francisco Portilla Bonilla, en casos de corrupción y de tráfico de influencias. La redacción incluso pidió la destitución del Director de Tránsito y Transporte del Estado, Carlos Demuner Pitol, porque no cumple con el perfil que requiere su puesto, pues no posee un título académico.
*»Tuvo que haber sido un personaje de los que publicamos bastante indignado y con alto poder criminal para poder mandar incendiar un periódico»*, agregó Julio Fentanes. El 7 de noviembre el diario presentó una denuncia ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) de la Procuraduría General de la República.