Las relaciones entre Libia y la ONU fueron siempre tensas bajo el régimen de Muammar al Kaddafi y los pocos miembros de la organización mundial a los que se permitió trabajar en Trípoli vieron su ámbito de actuación muy limitado.
Durante su breve visita, Ban se reunió con miembros del Consejo Nacional de Transición, reveló un portavoz de la ONU, según informó la agencia de noticias DPA.
Personal de Naciones Unidas en el país desempeñará un papel central en las reforma en el país, añadió el portavoz.
Ban prometió ayuda en la reconstrucción de ese país destruido por la guerra civil y el despilfarro y el nuevo primer ministro interino, Abdulrahim Al Kib, aseguró que su gobierno estará abierto a todos los libios.
*»Pero este gobierno, que será formado luego de tres semanas de consultas, no incluirá figuras del antiguo régimen de Kaddafi que tengan las manos manchadas de sangre»*, dijo al diario panárabe Asharq al Awsat.
Al Kib fue elegido el lunes nuevo primer ministro por el Consejo Nacional de Transición y el nuevo gobierno estará formado por entre 22 y 24 ministros.
*»Los revolucionarios tendrán un papel en el nuevo gobierno»*, dijo describiéndolos como civiles que tomaron las armas para combatir el *»tirano régimen»* de 42 años de Kaddafi.
Algunos combatientes se negaron a entregar las armas a las autoridades, entre las preocupaciones de la existencia de armas convencionales y no convencionales en el país.
*»Hay que dar pasos para reintegrar a las fuerzas revolucionarias en la sociedad o absorberlas en la policía nacional y el Ejército»*, señaló.
El ingeniero Al Kib reemplaza al líder interino Mahmud Yibril, quien prometió dimitir una vez que Libia fuera declarada *»liberada»*.
El Consejo Nacional de Transición entregará el poder a una asamblea elegida en ocho meses, tras lo cual se elaborará una Constitución.