Los activistas antinucleares de todo el mundo celebraron el tremendo logro de que el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW) esté casi a medio camino de entrar en vigor en este Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares. La fecha, el 26 de septiembre, conmemora el día en que el Teniente Coronel Stanislav Petrov de las Fuerzas Soviéticas de Defensa Antiaérea anuló los protocolos y decidió que las armas nucleares entrantes que aparecían en sus pantallas de advertencia eran sólo una falsa alarma, por lo que decidió no informar a sus superiores. A esta acción se le ha atribuido el mérito de haber evitado una guerra nuclear que habría acabado con la civilización humana tal y como la conocemos.
El aumento de las ratificaciones esta semana se debe a que la Asamblea General de la ONU está en acción con los jefes de gobierno que llegan a Nueva York de todo el mundo, y los activistas de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) han estado aprovechando la oportunidad para obtener más firmas y ratificaciones en los libros.
Hoy, Antigua y Barbuda, Benín, Brunei, Guinea-Bissau, Myanmar, Seychelles y Timor-Leste han sumado sus firmas, mientras que Gambia, Samoa, San Marino y Vanuatu han depositado sus instrumentos de ratificación; Angola y Santa Lucía tienen previsto firmar mañana.
El TPNW está demostrando ser el tratado de desarme más efectivo en la recolección de firmas; a este ritmo de ratificación estará en vigor para la conferencia de revisión del TNP de 2020, que buscará una vez más lograr que los estados armados nucleares hablen seriamente sobre sus obligaciones de desarme.
A este respecto, hoy se ha celebrado en Nueva York una reunión de alto nivel de la Asamblea General que también marca la fecha especial. En este evento, el Secretario General Antonio Guterres dijo: «La única manera segura de eliminar la amenaza que representan las armas nucleares es eliminar las armas en sí mismas». Más tarde, refiriéndose a la TPNW, Guterres añadió: «El Tratado es un testimonio de la necesidad y utilidad del multilateralismo».
Algunos países han aprovechado la Reunión de Alto Nivel para repetir una vez más sus viejos y cansados discursos hipócritas de años anteriores. El Primer Ministro holandés, Mark Rutte, dijo a la asamblea: «Las consecuencias devastadoras del uso de armas de destrucción masiva subrayan la urgente necesidad de tomar medidas. El uso de estas armas nunca debe convertirse en la nueva normalidad». Y lo dijo sin ningún indicio aparente de ironía, dado que los Países Bajos albergan armas nucleares en su territorio; es cómplice en los preparativos para su uso; y se niega a unirse al único tratado que las proscribe.