Para la discusión de ese tema se convocó una sesión especial con motivo de cumplirse el décimo aniversario de la resolución 1325 (2000) adoptada por ese órgano en torno a la relación entre las féminas y las cuestiones de la paz y la seguridad.
En un informe presentado al respecto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a enfrentar la situación actual marcada por el escaso número de mujeres involucradas en la solución de conflictos y en la aplicación de los acuerdos de paz.
Con ese objetivo, el titular de la organización mundial propuso que se ofrezcan facilidades de capacitación y apoyo logístico y la adición de un puesto más en las negociaciones para asegurar la inclusión de mujeres en las delegaciones.
También recomendó aumentar la cantidad de féminas en el servicio exterior y en los establecimientos de seguridad nacional y trabajar para que las diplomáticas asuman funciones de liderazgo en la solución de conflictos.
Ban Ki-moon pidió más participación de las mujeres en los órganos de aplicación de los acuerdos de paz y tener en cuenta las necesidades y los derechos de ellas en las labores de planificación y programación en las etapas posteriores a los conflictos.
Por otro lado, reclamó la garantía de justicia y reparación a las mujeres y las niñas víctimas de crímenes de guerra y el fin de la impunidad a los responsables de esos actos.
Según el informe, hasta junio de este año la participación política de las mujeres en parlamentos era del 19 por ciento a nivel mundial y solo ocupaban un 14 por ciento de los cargos ministeriales en un grupo de 28 países encuestados.
Esa baja presencia también ocurre en las diferentes misiones de la ONU relacionadas con el mantenimiento de la paz pues solo cinco de las 28 existentes están dirigidas por féminas (Burundi, Chipre, Liberia, República Centroafricana y Timor-Leste).