A la gente le gusta tener un buen servicio. Que se ocupen de uno. Últimamente hay más subterráneos automáticos en París, sin conductor. Todo está realmente bien sincronizado. Es muy lindo. Pero el público no está aun listo para este salto tecnológico. Para calmar la sed de servicio y al mismo tiempo economizar los salarios se ha tomado la decisión de colocar muñecos de talla humana en las cabinas que otrora ocupaban los conductores. Estos muñecos poseen un sistema de inteligencia artificial que les permite imitar a la perfección los movimientos que un conductor de subterráneos debe hacer. Incluso tienen las mismas expresiones faciales: falta de interés cuando llegan a cada estación, horror cuando alguien decide quitarse la vida arrojándose a las vías, y enojo cuando algún pasajero golpea la puerta de la cabina para preguntar algo.
La gente está bastante contenta. En el fondo sabe que se trata de una ilusión, pero todo el mundo está dispuesto a aceptarlo, incluso si el precio del pasaje aumenta ya que el mantenimiento de estos avatares es bastante costoso. En algún momento los precios son tan altos que la gente opta por las bicicletas, los vehículos eléctricos o simplemente camina. Cada vez hay menos pasajeros que utilizan el subterráneo.
Nuevamente se recurre a los clones pero esta vez para llenar un poco los vagones desiertos y justificar la inversión que se había hecho colocando los conductores.
La fábrica que crea los muñecos supera el desafío sin problemas, fabricándolos muy diferentes los unos de los otros, hecho que le confiere al viaje en subterráneo una apariencia totalmente normal. Los trenes siguen circulando por toda la ciudad. Los avatares remplazan también a los empleados de las boleterías y a los guardias que se pasean por los andenes y los vagones. La presencia humana bajo tierra es casi nula. En realidad yo soy el único que todavía utiliza este medio de transporte y la verdad es que me siento bastante cómodo con estos robots y sus rostros inexpresivos, que nunca hablan, solo miran el vacío o sus teléfonos celulares.