Por Catalina Adorno
Después de 15 años de llamar y presionar a legisladores estatales en vano, inmigrantes indocumentados en Nueva Jersey se han unido para lanzar una nueva campaña de licencias de conducir, esta vez con una perspectiva e estrategia única. El 17 de septiembre, cientos de personas participarán en un acto al que llaman “paro estatal”; un día de no-cooperación en el que trabajadores inmigrantes se quedarán en casa, padres no mandarán a sus hijos a la escuela y las tiendas locales cerraran, todo para apoyar la campaña de licencias de conducir.
He estado organizando durante casi dos años con Movimiento Cosecha, un movimiento popular no violento que lucha por la protección permanente, dignidad y respeto para los 11 millones de inmigrantes indocumentados en los Estados Unidos. Cosecha es el grupo principal que usa una estrategia de no-cooperación económica en la lucha para los derechos de inmigrantes. Además de participar en la huelga de un día, miembros de Cosecha marcharán hacia la capital del estado en Trenton cantando “Licencias Si, Promesas No”
La comunidad indocumentada necesita urgentemente las licencias de conducir, cuya falta se siente todos los días mientras conducen al trabajo, dejan a sus hijos en la escuela o hacen mandados simples como conducir al supermercado. Si los inmigrantes indocumentados son detenidos por conducir sin licencia, las consecuencias pueden ser graves, incluyendo la detención indefinida y la deportación. Dichas amenazas solo continuarán a medida que se renuevan y amplían los contratos de Immigration and Customs Enforcement (ICE) por todo el estado.
En el condado de Hudson, que tiene las ciudades inmigrantes más diversas y densamente pobladas del estado, ICE acaba de renovar su contrato por otros 10 años. Contratos como estos le permiten al estado a recibir dinero de ICE para “alojar” inmigrantes. Con el estado beneficiándose de la detención de inmigrantes, es fácil ver por qué otorgar licencias de conducir va en contra de los intereses de los funcionarios del gobierno: más personas con licencias minimizaran las detenciones (al menos por violaciones de tráfico), lo cual significa menos personas detenidas.
Nueva Jersey es un estado con una de las mayores poblaciones de inmigrantes indocumentados, casi medio millón. El estado se inclina hacia el partido Demócrata durante la mayoría de las elecciones presidenciales, pero ha sido gobernado por los dos partidos principales en los últimos años. Durante los últimos ocho años, el gobernador Republicano Chris Christie dirigió el estado hasta que Phil Murphy, un Demócrata, ganó las elecciones del noviembre 2017. El Gobernador Murphy se postuló con una plataforma que incluía la promesa de licencias de conducir para inmigrantes indocumentados en los primeros 100 días de su administración. Ahora, a los siete meses de su gobierno, la comunidad inmigrante todavía no tiene licencias de conducir.
“Cosecha activó a trabajadores inmigrantes indocumentados en el estado que ya no quieren esperar a los políticos. Sabemos que nadie peleará esta pelea más que nosotros”, dijo Carlos Castañeda, un organizador de Cosecha que está coordinando el plan para el 17 de septiembre.
La campaña de Cosecha para las licencias de conducir está compuesta por tres fases. El objetivo de la primera fase fue organizar a los trabajadores inmigrantes indocumentados en equipos o círculos de Cosecha. Estos equipos se convirtieron en la base fundamental de la campaña. Esta fase incluyó reuniones comunitarias y talleres donde las personas aprendieron sobre dicha campaña, y discutían ideas para crecer el movimiento en sus comunidades locales.
La segunda fase fue activar a todas las personas que habían asistido a las reuniones comunitarias y talleres. Durante esta fase, Cosecha recorrió el estado planificado y participando en marchas y reuniones locales con el propósito de crear conciencia sobre el problema con aquellos que aún no conocían la campaña. Los círculos de todos los estados también participaron en una caminata de 11 días por Nueva Jersey, visitando 25 ciudades y sosteniendo reuniones comunitarias a medida que pasaban por ellas. Esto resultó en la creación de más círculos en ciudades como Passaic, Paterson y Red Bank. Ahora, después de mucha deliberación, estos círculos se están preparando para lanzar la tercera fase el 17 de septiembre: la fase de escalación.
“Desde que llegamos a este país, hemos vivido con miedo a la deportación por el solo hecho de que no tenemos licencias de conducir”, dijo Álvaro Márquez, miembro de uno de los círculos de Cosecha. “Algunas cosas ya no podemos cambiarlas, pero tenemos la oportunidad de luchar por un poco de tranquilidad para nosotros y nuestra familia. Integrándonos a la lucha para obtener licencias de conducir. Cuando la historia cambie, podemos mirar a los ojos de nuestros hijos, de nuestros padres, y contarles que fuimos parte de este cambio. Uniéndonos, participando podremos lograr cosas que no imaginamos”.
Sin embargo, ninguna campaña está libre de desafíos. Dado que Cosecha está siguiendo una estrategia externa y exponiendo a políticos, están teniendo problemas para obtener información sobre cómo la ley actual de licencias de conducir se está moviendo a través de la legislatura estatal. Un segundo desafío es que otros grupos en el estado promoviendo los derechos de los inmigrantes continúan reciclando las mismas tácticas que se han utilizado en los últimos 15 años, y por lo tanto ven la introducción de nuevas tácticas y estrategias por parte de Cosecha como una amenaza a su trabajo anterior. El obstáculo más grande y prevalente, sin embargo, viene con la organización de la comunidad inmigrante.
“A la comunidad inmigrante se le ha hecho a creer que son dependientes”, dijo Castañeda. “Se les hizo creer que tienen que depender de las organizaciones para luchar por ellos, a que los ciudadanos estadounidenses voten por ellos, o a que los políticos representen realmente sus intereses. Les han hecho creer que como trabajadores no tienen poder”.
El 17 de septiembre será el principio de muchos días en que la comunidad inmigrante ejercerá su poder. La interrupción del estado marcará una nueva etapa en la campaña de licencias de conducir, y esto es solo el comienzo de una lucha más larga por los derechos de los inmigrantes.
Este punto se manifiesta durante las reuniones comunitarias, cuando la comunidad habla sobre el rol de la campaña de licencias de conducir en relación con el movimiento en general. “Cuando hablamos de la campaña, las personas dicen ‘licencias hoy, papeles mañana’ para hablar sobre cómo la lucha va más allá de las licencias”, explicó Dara Márquez, una organizadora de Cosecha basada en New Brunswick. “También estamos claros que la lucha es por la protección permanente, y más importante, por la dignidad y el respeto, porque sabemos que la ciudadanía no resolverá todas las injusticias”.
Ella también cree que el momento es propicio para esta campaña. “Nuestra comunidad está siendo perseguida. ¿Cuál es la alternativa?”, Preguntó ella. “Podemos auto-deportarnos hacia dónde venimos y comenzar de nuevo, o podemos unirnos a nuestras comunidades aquí, donde ahora tenemos raíces y luchar. Ya no tenemos nada que perder”.
Cuando se habla de las muchas huelgas laborales de inmigrantes en California, el líder laboral y activista de derechos civiles César Chávez dijo una vez: “La lucha nunca es sobre uvas o lechuga. Siempre se trata de personas”. En una frase similar, la campaña de licencias no se trata solo de licencias, sino de personas que desarrollan una conciencia política y se dan cuenta de su poder.
Independientemente de su estatus legal, los inmigrantes no tienen que depender de los políticos para salvarlos. Cuando se organizan y actúan, se convierten en agentes de su propio destino y pueden cambiar la historia. Los trabajadores indocumentados continuarán luchando y liderando el movimiento ellos mismos, como dice Castañeda, “sin miedo y con ganas de luchar hasta ganar”.