«La reforma de Dublín no es, sin duda, una prioridad para Hungría, pero sí para los países con una frontera marítima como la nuestra, donde miles de personas han sido injustamente bloqueadas como resultado de ese reglamento y donde miles más han sido rechazadas de otros países de la UE a causa de Dublín. Pero es cierto que si Salvini se pone en la línea de los que ni siquiera se han puesto de acuerdo para hacer 1.294 traslados en dos años… Por lo tanto, es ridículo que sus traslados se refieran a aquellos países que no han hecho lo suficiente, pero que han hecho miles, mientras que Orban ha hecho cero.

Hoy hemos entendido quién está atendiendo los intereses de Salvini: «Los húngaros primero». Su única propaganda es para el uso y consumo de quienes han bebido la farsa de la invasión organizada. Afortunadamente no todo el mundo; hoy en día éramos muchos en la Piazza San Babila los que rechazábamos su nostalgia por la Edad Media».

Así lo afirmó la eurodiputada de Possible Elly Schlein, ponente del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en Dublín, al margen de la manifestación de hoy en la plaza San Babila de Milán.