El 22 de agosto, en una decisión muy rara, un tribunal de Takigistán ordenó la liberación de Khayrullo Mirsaidov, periodista independiente, dramaturgo y preso de conciencia de Amnistía Internacional.

El Sr. Mirsaidov fue detenido el 5 de diciembre de 2017 en Khudzhand, en el norte de la antigua república soviética de Asia Central, acusado de «apropiación indebida de fondos estatales», «falsificación de documentos», «calumnia» e «incitación al odio nacional, racial, regional o religioso».

La última alegación fue retirada por falta de pruebas. No es que haya habido otros cargos, pero en primera instancia el 11 de julio Mirsaidov fue condenado a 12 años de prisión.

Durante el juicio, Mirsaidov afirmó que fue detenido sólo por criticar a las autoridades locales. Un mes antes de su detención, el periodista denunció su corrupción en una carta abierta dirigida al Presidente y al Fiscal General de Tayikistán y al Presidente de la región de Soghd, de la que Khudzhand es la capital.

En apelación, la sentencia fue anulada y sustituida por una multa de 80.000 somoni (equivalente a 7.360 euros) y un período de asignación a los servicios sociales.