Mientras, manifestantes
diversos se congregaban en Boston y Los Ángeles para dar su apoyo a los activistas
neoyorquinos. Como también en Miami, Florida y otras ciudades. Con declaraciones
tales como *“ya estamos hartos de los bancos y sus abusos y de esta situación sin futuro
para nosotros…”*

Los grandes medios estadounidenses y los políticos no habían prestado mucha atención
a este incipiente movimiento Ocupa Wall Street, pero que lleva ya un par de semanas
actuando, con su campamento base un parque situado a pocas manzanas del corazón del
capitalismo financiero. Ya fueron a la Union Square antes y ahora la protesta fue hacia
Brooklyn; además, se extiende vigorosamente el impacto de sus reivindicaciones en
contra de la avaricia económica y sus terribles consecuencias y a favor de la cohesión
social.
El campo social está abonado, pues la tasa de paro en EE UU no baja del 9%, y ya
el 45% de los 14 millones de desempleados está sin trabajo desde hace más de seis
meses. Los manifestantes recuerdan que *“Los derechos de los trabajadores son derechos
humanos”*. *“Pero el problema – nos dicen- es que no estaban acostumbrado en este país
a estar sin trabajo tanto tiempo, hay muchas personas que no lo encuentran desde hace
uno y dos años…algo nunca visto, y aquí la gente no se ayuda unos a otros en esas
circunstancias, Hasta ahora. Sin empleo y con los ingresos cayendo de nuevo, uno de
cada seis estadounidenses vive por debajo del umbral de pobreza”*.
El movimiento Ocupa Wall Street, es visto como una antítesis del (llamado) liberal (que
aquí es ‘ultraderecha’)y facistoide, Tea Party, que empezó el 17 de septiembre pasado
con varios cientos de personas no muy organizadas. Ahora, gracias a su determinación
y al efecto de comunicación de las redes sociales, se movilizan miles de personas,
impulsadas por la rabia y la frustración producidas por la crisis, las ayudas en masa a la
banca y la desatención social, ya clásica del sistema estadounidense.
Ahora ya hay grupos de activistas que se congregan en Boston, Chicago, Miami y San
Francisco, pero un mapa del país deja ver numerosos puntitos de protestas a lo largo y
ancho del mismo.
La marcha del puente de Brooklyn dejó a cerrado al tráfico durante cerca de cuatro
horas y aglutinó a algunos miles de personas en la tarde del sábado, lo que podría ser
el disparador que necesita este movimiento para sensibilizar al público hacia su causa
contra la injusticia de la política económica actual.
Se vieron a centenares de manifestantes salir a la calle en Boston, Los Ángeles -frente
a la alcaldía- o Albuquerque (Nuevo México) para solidarizarse con los activistas
neoyorquinos. Por la noche ya la mayoría de los detenidos había sido liberados, aunque
serán citados mas adelante, todo por el detalle de dejar de caminar por la senda peatonal
e invadir la calzada de los coches, ahí fue cuando la policía actúo con contundencia.
En San Francisco, hubo una protesta frente a una sucursal del banco Chase para
denunciar la actitud avariciosa de las grandes corporaciones bancarias. Pero no solo
en las grandes ciudades hubo muestras claras del descontento social. En la localidad
de Raleigh, por citar un caso de ciudad pequeña, en el Estado de Carolina del Norte,
también se organizaron protestas.

*“Hay algo que no funciona en la economía y en la sociedad”*, se comenta con
indignación en la acampanada del parque Zuccotti, convertido ya en una comunidad
cada vez mejor organizada.