El rechazo, la intolerancia, la agresión, la violencia, la negación y el silencio
impuestos, el abuso contra las opciones sexuales distintas, particularmente contra las
mujeres lesbianas, así como la denuncia de existencia de clínicas homofóbicas frente
a unas instancias del Estado que dan la espalda al problema y, por tanto, a la gente que
es víctima de todo ello, fueron los signos de las primeras dos imágenes presentadas de
modo sencillo y contundente.

Una de las compañeras de este colectivo, Paola, preguntaba cada vez qué era lo que
estaba ocurriendo en esas imágenes congeladas y poco a poco se comenzaron a escuchar
las voces de la gente, conmovida y tocada por estas realidades de las que todos saben
pero nadie habla. De ese mismo modo, el colectivo nos condujo a la imagen ideal
y también la gente habló, la describió, le puso sus propios colores. Para terminar,
propusieron al público construir una imagen de transición: cómo pasar de una realidad
a otra. Los actores fueron la maestra primera a través de la cual fue posible acordar,
entre los presentes, la importancia sustancial del respeto, del diálogo, de la demanda y la
movilización, para lograr que todos los derechos sean respetados, sin importante clase,
raza, sexo, religión o cualquier otro factor.

Cerramos así, conmovidos, indignados y también con fe en un futuro que
transformamos hoy, desde esta acciones que llevamos adelante, el primer día de la
Feria de Iniciativas No-Violentas.