Si bien el presidente chileno Sebastián Piñera en las Naciones Unidas ensalzaba la lucha de los estudiantes como justa, noble y hermosa, lo que ha caracterizado a su gobierno ha sido la represión contra los jóvenes y la actitud altiva frente a los reclamos, que se han extendido a todo lo largo de la geografía chilena.

Piñera, en su ceguera política, insiste en que el reclamo de educación gratuita para todos es una utopía que no tiene asideros en la realidad, cuando todo el pueblo chileno sabe que al otro lado de los Andes, sin ir más lejos, es un hecho consumado y un derecho humano universal respetado.

Lo de España tiene otro signo, ya que en principio se trata de una manifestación local (la Comunidad de Madrid), sin embargo sus consignas se abrochan perfectamente con los reclamos de los trabajadores de la Sanidad Pública, desde hace meses enarbolando sus pancartas de indignados.

Los recortes, producto de los planes de austeridad no dejan indiferente a las víctimas directas ni tampoco a las víctimas potenciales, el conjunto de la sociedad española comienza a solidarizarse entre colectivos y busca dar respuestas de urgencia frente a un abuso de poder que puede dejar a millones de españoles bajo los índices de pobreza.

**¿Y por Francia cómo andamos?**

Llama la atención el calendario elaborado por el colectivo de los “profesores despojados”, un almanaque en el que salen profesores desnudos delante de las pizarras de sus aulas o del gimnasio del colegio para exponer el expolio que está recibiendo la educación pública en Francia.

No sólo critican los ajustes presupuestarios, sino también el vaciamiento de sentido, ya que consideran amputada la dirección humanista que rige, desde la época de los griegos, y da nombre a la “Escuela”.

El Ministro de Educación, Luc Chatel, ha criticado este colectivo pues, según él, ofende a la institución educativa. “Yo tengo una estima muy alta por el profesorado, para lo que él representa en nuestro país y para la República, como para aceptar este denigramiento” declaraba. Si bien aclaró que no habrá sanciones contra los profesores, dijo haberse sentido ofendido y que “puede aceptar las críticas a su gestión, pero no este atentado contra la figura del profesor”.

El Ministro, sin embargo, se ha cuidado de no hablar de las políticas de éxito educativo, que obliga a los directores a ejercer una presión por objetivos y rebajar el material humano para llevar adelante los planes educativos, de por sí muy discutidos.

El colectivo culpa al ministro de haber suprimido 80 mil puestos de profesores titulares en 5 años y de exigir el acompañamiento personalizado de 30 alumnos por profesor y el recorte de las becas, favoreciendo las desigualdades en el acceso a la educación.

Todavía en Francia no son miles los que salen a manifestarse,
pero las políticas son las mismas que tienen a mal traer a todos los gobiernos de la zona euro.