El presidente de Chile, Sebastián Piñera, reconoció hoy que falta verdad y justicia en el esclarecimiento de muchas de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
«Falta verdad, por ejemplo en conocer las circunstancias en que murieron muchas personas y los lugares donde están enterradas las personas que siguen siendo detenidos desaparecidos, y eso va a traer un alivio no solamente a sus familiares, sino que también a la sociedad entera», expresó el mandatario.
En un encuentro con corresponsales extranjeros a propósito de los 40 años del golpe de Estado encabezado por Pinochet contra el presidente Salvador Allende, Piñera consideró que si existiera la posibilidad de volver atrás en la historia «todos hubiésemos actuado distinto».
El mandatario dijo estar seguro que quienes contribuyeron al quiebre de la democracia no lo hubiesen hecho, y los que contribuyeron, toleraron o cometieron actos de violaciones a los derechos humanos, habrían cambiado sus conductas.
«La sociedad entera, el poder judicial, los medios de comunicación, y las autoridades, habrían levantado su voz con mucha más fuerza para evitar que esos atropellos a los derechos humanos, que fueron sistemáticos, reiterativos y muy graves, habrían podido ser evitados», exclamó el jefe de Estado.
Piñera, considerado por analistas como liberal dentro de la derecha chilena, puso como ejemplo que durante la dictadura el Poder Judicial no estuvo a la altura de sus obligaciones y desafíos.
«Pudo haber hecho mucho más, porque por mandato constitucional le corresponde cautelar y proteger los derechos de las personas, proteger las vidas, por ejemplo, acogiendo los recursos de amparo que rechazó en forma tan masiva», recordó el Presidente.
Asimismo, señaló que los medios de comunicación también pudieron haber hecho mucho más al investigar la realidad en materia de violaciones a los derechos humanos, con mucho más rigor y profundidad, y no quedarse con la versión oficial de la dictadura.
El mandatario manifestó que a propósito de los 40 años del golpe, que se cumplirán el 11 de septiembre, es bueno recordar, pero no para revivir las mismas querellas, odios y divisiones que tantos sufrimientos causaron, sino para aprender juntos de esos errores, y en consecuencia iluminar los caminos del futuro.
De acuerdo con el segundo informe de la Comisión Valech, que fuera entregado en agosto de 2011 al presidente Piñera, las víctimas de la dictadura de Pinochet suman más de 40 mil, de ellas más de tres mil muertos.
En una entrevista publicada el pasado fin de semana por la prensa local, el gobernante aseguró que durante la dictadura «hubo muchos que fueron cómplices pasivos: que sabían y no hicieron nada o no quisieron saber y tampoco hicieron nada».