El presidente ruso, Vladimir Putin, propuso a sus pares examinar la situación en Siria durante la cena de trabajo y aseguró que distintos mandatarios pidieron incorporar el tema. Obama, por su parte, busca consenso para un ataque. Cristina Fernández de Kirchner calificó como «nefasta» una intervención militar.

Con la presencia de los líderes de los países miembros del G20, el bloque culminó cerca de las 21 (14 de Argentina), la primera jornada de deliberaciones en el Palacio Constantino de esta ciudad, donde previamente el anfitrión Vladimir Putin propuso a sus pares examinar la situación en Siria durante la cena de trabajo que realizarán en breve.

El presidente ruso realizó la propuesta durante el discurso de bienvenida que brindó en la apertura formal de la octava Cumbre del G20, en el Palacio Constantino de esta ciudad, donde aceptó el tratamiento del tema ante el pedido de, entre otros, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y los jefes de Estado del BRICS (grupo que integran Brasil, Rusia, India, China y recientemente Sudáfrica).

En ese marco, afirmó: «Me incomoda proponer ampliar nuestro orden del día, pero varios de los participantes me pidieron que se les dé la posibilidad de discutir otros temas muy importantes y graves de política internacional que no figuraban en un primer momento en nuestro plan, en particular, la situación en Siria».

Rusia y China se oponen firmemente a una acción militar contra Siria que no cuente con el aval del Consejo de Seguridad de la ONU y al mismo tiempo aseguran que el Congreso de Estados Unidos, tal como solicitó el presidente Barack Obama, no tiene poder para autorizar un ataque contra Damasco.

En una entrevista ofrecida antes de la cumbre, Putin había advertido que cualquier ataque que no cuente con el visto bueno de la ONU sólo puede considerarse una agresión, y agregó que en caso de que ocurra «sin pruebas concluyentes, Rusia tiene un plan para actuar».

En el mismo sentido que estos países se manifestó Argentina a través de la presidenta, quien antes del inicio del encuentro dijo a los medios argentinos que una eventual intervención militar en Siria «sería nefasta», al tiempo que reiteró su pedido de «trabajar para encontrar la paz y la cordura» en el marco de las Naciones Unidas.

Obama, quien esta mañana habría sumado el apoyo de España luego de reunirse en su dacha con Mariano Rajoy, intenta en esta cumbre ampliar la coalición que por el momento cuenta solamente con el apoyo de Francia, Turquía, Arabia Saudí, Emiratos Ãrabes Unidos, Kuwait y Dinamarca.

A la vez, según trascendió, el premier británico David Cameron también habría dado el visto bueno a Obama, a pesar de la oposición manifestada por el Parlamento de su país.
El papa Francisco también reiteró su condena a una acción militar, cuando instó hoy a los líderes que participan en la cumbre a que encuentren alternativas para terminar con la «inútil búsqueda de una solución militar en Siria».

En una carta enviada al presidente ruso y dada a conocer por el Vaticano, el pontífice hizo un «sincero llamado» a todos los líderes para que dejen de lado sus «posiciones opuestas».

«Es lamentable que desde el principio del conflicto en Siria los intereses unilaterales hayan prevalecido y entorpeciesen la búsqueda de una solución que podría haber evitado la masacre sin sentido que se está produciendo», afirmó Francisco.

El debate inició a las 17.25 (10.25 de la Argentina), con el mensaje de bienvenida de Putin donde, además del tema Siria, adelantó que se analizará, entre otros temas, la crisis financiera global y la generación de trabajo con inclusión.

En la primera de las dos jornadas de deliberaciones que prevé la cumbre, los jefes de Estado comenzaron a discutir las prioridades bajo la presidencia de Rusia del G20, al tiempo que se delinearon planes a futuro y los pronunciamientos que contendrá el documento final que suscribirán mañana, en el cierre de la cita.

Antes de la reunión se concretó la bienvenida oficial de los jefes de Estado del G20, los presidentes y los titulares de los distintos organismos multilaterales que asisten a la cumbre en carácter de invitados.

Cristina fue recibida a las 17 (10 de la Argentina) por el presidente ruso en la entrada del Palacio Constantino, sede de las deliberaciones, y se ubicó junto a su par mexicano, Enrique Peña Nieto, y a dos asientos del anfitrión, Vladimir Putin.

Al finalizar la reunión, Cristina y Putin encabezaron el paseo de los presidentes hacia el Palacio Peterhof, camino a la cena, mientras mantuvieron una amena conversación por el parque del Constantino.