La audiencia, celebrada por el Comité de Asuntos Exteriores del Senado, recibió al secretario de Estado estadounidense, John Kerry; al secretario de Defensa, Chuck Hagel; y al presidente del Estado Mayor Conjunto, el general Martin Dempsey.
La presencia de Kerry ante la citada Comisión ha tenido por objeto alentar a los legisladores del país norteamericano a que apoyen una intervención militar en Siria, después de que el presidente de EE. UU., Barack Obama, condicionara dicha injerencia bélica a la decisión que adopte el Congreso al respecto.
Washington y sus aliados han acusado al Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, de autorizar el uso de armas químicas en un ataque perpetrado el pasado 21 de agosto en un suburbio de Damasco (capital siria), imputación rechazada tajantemente por Damasco.
En este sentido, las autoridades estadounidenses alegan que disponen de pruebas que evidencian que el Gobierno de Siria utilizó gas sarín.
No obstante, Rusia, además de oponerse a cualquier intervención militar en Siria ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), ha resaltado que Estados Unidos no ha presentado pruebas concretas y concluyentes, para acusar al Gobierno de Damasco del suceso que le imputan.