Continuación de la transcripción de la entrevista exclusiva del Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica (FCINA) a María Fernanda Espinosa, primera mujer latinoamericana en ser electa al cargo de Presidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas para el 73° período de sesiones.
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Segunda parte
ALAI: Uno de los procesos que está en camino en el seno de Naciones Unidas es el proyecto de Declaración de los derechos de los campesinos y campesinas. ¿En qué punto está, qué prioridad va a tener en su gestión y qué implicaciones tiene?
MFE: Bueno, eso fue una iniciativa muy interesante del Estado Plurinacional de Bolivia en Ginebra. Es un proceso de negociación que está teniendo lugar también en el seno del Consejo de Derechos Humanos. De lo que entiendo, – pues no he estado conectada a la negociación diaria, a las reuniones de los grupos de trabajo – es un proceso que está avanzando bastante bien, que sigue ganado adeptos, en el que hay un gran compromiso. Al inicio estuve en las primeras sesiones de trabajo del grupo donde se avanzaron los primeros documentos sobre esta declaración, pero yo entiendo, a partir de la información que tengo ya de retroalimentación de los equipos nuestros en Ginebra, que es un proceso que avanza de manera decidida. Así es que nuevamente, el Consejo de Derechos Humanos es un órgano subsidiario de la Asamblea General y estaremos siguiendo con interés el desarrollo de ese proceso de negociación, que por cierto también es muy importante.
Arpas: Saludos a María Fernanda Espinosa, nos unimos a las felicitaciones por su nombramiento como presidenta de la Asamblea General de Naciones Unidas. Mi nombre es Norma Ramírez, yo soy de Arpas de El Salvador. Arpas es la red de radios comunitarias de este país centroamericano. Yo quiero hacerle dos preguntas: en el orden de prioridades para su gestión ¿en qué posición se coloca el medio ambiente y todos los esfuerzos para enfrentar el cambio climático, tomando en cuenta que en toda nuestra América Latina hay muchas amenazas a los bienes naturales, principalmente de mineras y de proyectos hidroeléctricos que amenazan la vida de las comunidades? Y en el tema relacionado a mujeres y derechos humanos, ¿qué acciones considera usted que deben impulsarse desde la ONU para aportar al reconocimiento de los derechos de las mujeres? Específicamente se lo pregunto por la situación de los derechos sexuales y reproductivos. El Salvador sigue siendo de los pocos países en el mundo que penaliza de manera absoluta el aborto y me gustaría conocer qué piensa usted al respecto.
MFE: Muchas gracias Norma, también saludo al maravilloso pueblo de El Salvador desde Quito, Ecuador, un abrazo. Sobre las dos preguntas, la primera relativa al tema del medio ambiente. Cuando iniciaba mis primeros pasos en el mundo multilateral fue en la Cumbre de Río en el año 92, donde se empezó a configurar todo este aparato, el esqueleto de las convenciones multilaterales en materia ambiental y los ecologistas éramos vistos como una especie rara, como ultristas y, además el tema ambiental era un tema –perdón por usar una palabra tan banal- un tema “sexy”, bueno para decir, políticamente correcto, esto era en los 90´. Ahora en el año 2018, tengo que decir que el tema ambiental es un tema de supervivencia, es un tema realmente que está en la base misma del futuro y de la continuidad de la vida en el planeta. Es decir, la crisis ambiental es una crisis planetaria que requiere respuestas multilaterales planetarias en todos los ámbitos.
A veces la agenda de cambio climático ha copado – cuando uno dice medio ambiente, dice cambio climático – y se ha olvidado de todo el aparataje que existe en materia de protección de los derechos de la naturaleza, aunque no se verbalice de ese modo. Nosotros así lo hacemos porque así dice nuestra constitución en Ecuador, pero nos hemos olvidado, por ejemplo, de la Convención de la Diversidad Biológica, nos hemos olvidado de los principios para los bosques, que son todo un andamiaje de las Naciones Unidas en materia de conservación de bosques; nos hemos olvidado de la Convención de lucha contra la desertificación, de la Convención contra el tráfico de especies, en fin yo creo que hay que recuperar esa complejidad y esa interconexión de los compromisos que los estados hemos asumido en materia ambiental. Por supuesto, quizá la cara más dolorosa, dramática y evidente del deterioro ambiental y la crisis ambiental son los efectos del cambio climático.
Durante el próximo periodo de sesiones se abordará, se evaluará 3 años después de la suscripción del Acuerdo de París. Los Estados evaluarán sus avances y veremos cuáles son los grandes retos, pero en general, volviendo al tema del cambio climático, yo pienso que para los países del sur global hay básicamente 3 imperativos: Primero, contar con los recursos necesarios y con recursos frescos, nuevos, adicionales. Hay que recordar que ya desde la Conferencia de las Partes que tuvo lugar antes de la de Cancún – ya no recuerdo cuál, he estado en casi todas -, pues ya se hablaba del Fondo Verde climático, el cual fue suscrito y adoptado durante la COP en Cancún en México y se habló ya de un compromiso de 100 mil millones de dólares anuales para que los países del sur global y los países más vulnerables, como los pequeños Estados insulares, puedan emprender acciones de adaptación y mitigación. Hasta ahora ese fondo no se ha concretado como debería, hay unos ciertos fondos disponibles, pero me parece que hay mucho más que hacer para garantizar el financiamiento.
El segundo tema es la transferencia de tecnologías bajas en carbono y sin costo para los países del sur, sobre todo aquellos países más vulnerables y con más dificultades económicas y el tercero es el fortalecimiento de las capacidades a nivel nacional. Yo creo que éstos son los 3 requisitos, eso se evaluará precisamente durante mi presidencia y corresponde avanzar.
El tema de los derechos sexuales y reproductivos es un tema delicado, como presidente de la Asamblea yo creo que no es relevante cuál es mi posición sobre esto, lo importante es que todos los Estados puedan tener bases comunes para abordar este tema. Yo creo que hay que tener también sensibilidad de las diferentes miradas y visiones que hay sobre este asunto, respetar las posiciones de los distintos países, pero también respetar las luchas de las mujeres por sus derechos.
Pressenza: Hemos hablado de algunas violencias, hemos hablado de la violencia de género, hemos hablado de armas nucleares, y bueno, creo que también podemos coincidir que existe una violencia económica y tenía curiosidad, ¿cuáles serían los ejes de trabajo desde las Naciones Unidas, que podrían hacer en cuanto a la educación a nivel mundial, el acceso a la educación? Porque esto me parece fundamental para contrarrestar ciertas desigualdades.
MFE: El tema de la educación es un tema central para toda acción que busque construir un mundo que sea más pacífico, más igualitario y democrático. Creo que el derecho a la educación de calidad para todos y todas es un eje central. Tenemos la oportunidad de que uno de los objetivos de desarrollo sostenible que se va a evaluar durante el próximo periodo, precisamente, es el derecho a la educación de calidad, el objetivo número 4. Ahí hay varios países que están llevando una bandera realmente muy potente en la opinión pública internacional, que están muy comprometidos con el derecho a una educación de calidad y el acceso a la educación de las niñas y las adolescentes. Varios países como el propio Reino Unido, por ejemplo, es uno de los temas de mayor interés y de más importancia para ese país en la agenda multilateral. Yo creo que tendremos la oportunidad de conectar el tema del derecho a la educación de calidad con el tema de la construcción de paz y seguridad, de la garantía de derechos humanos y del derecho al desarrollo sostenible, que son los tres grandes pilares sobre los cuales se edifica la carta de las Naciones Unidas. Será una gran oportunidad para poner en las primeras planas de la gestión de la Asamblea General el tema de la educación y la educación de calidad.
ALAI: Volviendo a ese tema del cambio climático y lo campesino, hay estudios que demuestran que, si por un lado, la agricultura industrial es uno de los factores que incrementan el cambio climático por diversos motivos, la agricultura campesina contribuye a enfriar el planeta. Por otro lado, hay grandes inversiones en geoingeniería con la intención de resolver el cambio climático mediante tecnologías. Pero esas tecnologías son, hasta ahora, simplemente estudios, porque todo es en modelos computacionales, porque cualquier experimento en ese sentido tendría que ser sobre un plazo largo entre 20 y 30 años; Hemos conocido que en su próximo informe el IPCC está incluyendo un capítulo sobre geoingeniería, pero no sobre agricultura campesina ¿qué opina frente a eso?
MFE: Yo creo que los informes del IPCC – donde están congregados los mayores expertos y expertas en temas de cambio climático del mundo, es la autoridad científica de la Convención sobre cambio climático – por lo general escogen distintos temas, no es que ahora hacen un informe sobre geoingeniería, no quiere decir que es lo único que se va a hacer, hay ciertos focos que sus informes anuales han tenido a lo largo de estos años. No conocía que este año va a ser sobre temas de geoingeniería, yo creo que, en términos generales, hay que tener mucho cuidado con el tema de pensar que cualquier problema se puede resolver con tecnología únicamente.
Evidentemente los avances tecnológicos pueden servir y si la mayoría de los países tienen acceso a esas tecnologías bajas en carbono, sólo puede ser beneficioso. Por ejemplo, cuando se estableció hace ya muchísimos años que los combustibles fósiles incrementaban la temperatura atmosférica y que eran los responsables, como lo son, del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero, en ese momento era una gran noticia y a partir de allí varios países han venido desarrollando y estableciendo nuevas matrices energéticas que son bajas en carbono. En ese sentido yo creo que es un imperativo que se haga lo que se ha hecho en Ecuador, realmente transformar la matriz energética con energías renovables, pero pensar que esa es la única forma de resolver los problemas de cambio climático sin resolver, por ejemplo, los patrones de producción y consumo, sin resolver, por ejemplo, el tema de la seguridad y de la soberanía alimentaria y el rol de las economías campesinas… El tema es mucho más complejo.
El tema de las tecnologías es un eje que yo decía es uno de ellos, pero no puede ser una respuesta univoca, es decir con tecnologías adecuadas vamos a superar el cambio climático, bueno, no es así, yo creo que es un concierto de acciones y de compromisos de los países lo que hará que podamos mantener la composición química de la atmosfera en niveles adecuados que nos permitan seguir sobreviviendo como especie y garantizar la seguridad de aquellos países más vulnerables que ya mencionaba, los pequeños Estados insulares, los países y litorales, es decir aquellos que están más comprometidos con los efectos negativos del cambio climático. Así es que, como digo, es la manera en la que trabaja el IPCC, cada año destinan su informe a un tema en particular, pero no descuidan el resto, así es que no se puede ver eso como que sólo están enfocando en eso, hay que ver toda la historia de los informes del IPCC, que han sido determinantes para la agenda multilateral y los compromisos en materia de cambio climático.
ALER: Se nos queda en el tintero, desde luego, un conjunto de temas, pero uno no puede sustraerse a uno que tiene particular importancia y tiene que ver con la migración. Los procesos, los flujos migratorios, todo lo que está pasando, el mundo está conmovido por lo que recientemente ha pasado en la frontera México-Estados Unidos, el llanto de los niños; eso es una vergüenza mundial, lo que está pasando en Europa, en América Latina, la migración Sur-Sur. Entonces, ahí se necesita con urgencia, digamos, resoluciones que desde las Naciones Unidas, ojalá sean lo suficientemente vinculantes para ver que algún día este planeta no tenga fronteras. En ese punto ¿Cuál es su compromiso en este periodo que usted le toca presidir la Asamblea General de las Naciones Unidas?
MFE: Bueno, ese es un tema que está en la parte alta de las prioridades de la gestión del próximo periodo de la Asamblea General. En este momento se están negociando y discutiendo dos instrumentos multilaterales de vital importancia: el Pacto Mundial por las Migraciones, se espera que a fines de julio se pueda concluir la negociación final y luego un proceso preparatorio para una cumbre que se realizará en Marruecos en el mes de diciembre para la adopción y el compromiso de los jefes de Estado en relación a este pacto mundial y, luego, también está el Pacto Mundial de los Refugiados, que está también siguiendo sus canales. Serán dos herramientas que establezcan una suerte de carta de navegación en materia de los derechos de las personas en movilidad humana para garantizar una migración ordenada y segura y que garantice los derechos fundamentales de las personas en movilidad humana.
Yo pienso que estas negociaciones se dice fácil, pero en el terreno, yo a través de la misión de Ecuador en la ONU, lo hemos estado siguiendo muy de cerca. El Ecuador ha tenido un rol determinante en los avances de esas negociaciones y me tocará a mí, como próxima presidenta, no sé si cerrar el pacto en el mes de Diciembre o ya tener un documento concluido para llegar a esta cumbre en el mes de Diciembre en Marruecos.
Éste es un tema vital, es otro de esos temas globales que requieren respuestas globales. La migración, por su propia naturaleza, es un tema de responsabilidad multilateral y creo que es precisamente el sistema de las Naciones Unidas quien tiene que dar respuestas y cuando uno habla de la ONU, parece que es Fuenteovejuna, que es ahí un constructo, un montón de personas, no, no, no, las Naciones Unidas representan a los Estados y los Estados representan a los pueblos, por lo tanto nos debemos también a los intereses de nuestras sociedades y de nuestros pueblos, es para ellos para quienes trabajan las Naciones Unidas y uno de los temas centrales para el futuro de la humanidad será precisamente lograr un marco adecuado para una migración ordenada, segura y que garantice derechos.