Bashar al Assad aseguró que está dispuesto a librarse «del terrorismo apoyado por Israel y los países extranjeros». Dijo también que esperaba un ataque de Estados Unidos.
El presidente de Siria, Bashar al Assad, reiteró hoy que «se defenderá de cualquier agresión» y que están dispuestos a librarse «del terrorismo apoyado por Israel y los países extranjeros», ante a la amenaza de invasión de Estados Unidos y sus aliados por el presunto uso de armas químicas.
«Las amenazas de un ataque directo aumentarán la defensa de nuestros principios firmes y de las decisiones independientes», sostuvo Al Assad en una reunión con parlamentarios yemeníes, informó la agencia de noticias siria Sana.
El presidente agregó que «con su pueblo firme y su heroico ejército», Siria está decidida a librarse «del terrorismo apoyado por Israel y los países extranjeros que sirven a sus propios intereses dividiendo Medio Oriente y debilitando a sus pueblos».
Además, agregó que el «aumento de la conciencia popular en el mundo árabe» será lo que permita a su gobierno enfrentarse a los enemigos ya que los pueblos «son el verdadero motor de los lazos entre los países».
La delegación yemení consideró que la lucha es de toda la nación árabe y manifestó su apoyo a Siria y su gobierno como «aglutinador de los árabes y de la resistencia».
El diario libanés Al Ajbar publicó hoy declaraciones de Al Assad en las que el presidente asegura que será «vencedor» en una posible intervención extranjera.
«Desde el comienzo de la crisis estamos esperando el momento en el que nuestro enemigo verdadero intente intervenir», sostuvo Al Assad en referencia a Estados Unidos que planifica un ataque militar contra las fuerzas del gobierno sirio.
Asimismo, el mandatario agregó que su equipo está «preparado para contener cualquier agresión y proteger a la nación».
Hace una semana la insurgencia armada siria -que incluye células de la red fundamentalista islámica Al Qaeda- denunció que el Ejército había usado armas químicas en un ataque en el que murieron cientos de personas en la zona de Ghuta Oriental.
El gobierno negó «categóricamente» el hecho e informó que fueron sus soldados quienes hallaron esa clase de armamento en un refugio de la oposición y los acusó a ellos de haber perpetrado el ataque con gases tóxicos.
Además, ayer presentó ante la ONU pruebas de sus denuncias.
Desde el lunes 19 de agosto, dos días antes del ataque en cuestión, peritos de la ONU investigan en Siria el uso de tóxicos, por una denuncia anterior.