Mswati III, el «monarca absoluto» de Suazilandia, como lo llaman las fuerzas progresistas de oposición (socialistas y comunistas), convocó ayer al pueblo. Las fuerzas opositoras Pudemo (socialistas) y Swacopa (comunistas), sobre todo, han emitido una declaración denunciando el comportamiento de Mswati III: «todo sugiere que el Rey disuelve el Parlamento para crear las condiciones para un nuevo parlamento títere que será elegido en septiembre de este año.

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Según Pudemo y Swacopa, «a los ojos de un observador externo y ajeno a la política eSwatini, puede parecer una verdadera sesión consultiva o incluso un diálogo con el pueblo, pero no es más que un acontecimiento destinado a satisfacer el verdadero apetito de Mswati para ser venerado por la población afectada por la pobreza«. Una cita no centrada en las personas, por lo tanto, todo lo contrario. «El Sr. Mswati decide cómo y cuándo convocar a la gente, qué decir y cómo discutirlo», dijeron las organizaciones mencionadas.

Los millones de Mswati III

Pudemo y Swacopa invitan al monarca a guardar silencio, ya que las únicas medidas que se han tomado han sido la represión popular y los gastos locos contra el erario público. La celebración del 50º cumpleaños de Mswati, cuyos bienes personales se estiman en unos 200 millones de dólares, costó a Suazilandia unos 75 millones de dólares. Con motivo de las celebraciones, que también coincidieron con el 50º aniversario de la independencia, el Rey cambió el nombre del país a eSwatini.

¿Elecciones?

En este sentido, sólo conocemos la posición de los comunistas de Swacopa tras una nota emitida por Solidnet (red internacional de partidos comunistas), pero no la del Pudemo, que sigue siendo el mayor partido de la oposición. Swacopa ha declarado movilizarse junto con las organizaciones progresistas contra las elecciones ficticias y su sistema articulado (llamado tinkhundla) en su conjunto: «Swacopa trabajará para que el parlamento actual sea el último elegido con tal sistema dando nuestra contribución a la democratización del país». Swacopa, sin embargo, declaró el boicot a la tinkhundla de septiembre.