Estados Unidos movilizó naves de guerra para preparar un posible ataque con misiles a Siria por el presunto uso de armas químicas por parte del Ejército de este país, mientras el Gobierno de Damasco denunció que ese tipo de armamento lo usaron los rebeldes.
«Y eso requiere posicionar nuestras fuerzas y nuestros recursos para poder llevar a cabo las distintas opciones, sea cual sea la que elija el presidente», agregó.
Entre los objetivos sirios que podrían ser atacados están búnkeres y plataformas para lanzar armas químicas.
En tanto, el jefe del Estado Mayor, general Martin Dempsey, llevará hoy las opciones de intervención militar en Siria al presidente, según informó la agencia EFE.
El presidente tiene ahora la última palabra y es partidario de involucrarse lo mínimo posible, siempre con los aliados europeos y árabes.
Los asesores en materia de seguridad de Obama se reunirán este fin de semana con el mandatario en la Casa Blanca para tratar de fijar una postura más clara a la hora de abordar el conflicto.
En otro tono, la canciller alemana, Angela Merkel, ratificó hoy su postura contraria a una intervención militar en Siria, pese a las últimas denuncias del empleo de armas químicas por fuerzas del gobierno de Bashar al Assad.
El portavoz de la jefa de Gobierno alemán, Steffen Seibert, afirmó hoy que el Ejecutivo rechaza «el camino de una solución militar» en este país de Medio Oriente y apuesta por la vía política.
«No creemos que esto se pueda arreglar militarmente desde fuera, sino que se debe organizar una solución política en Siria», explicó el portavoz.
La canciller aplaudió la disposición de Rusia a que una comisión internacional independiente investigue sobre el terreno el último ataque denunciado con armas químicas de las tropas leales a Al Assad.
Paralelamente el Gobierno sirio denunció que varios soldados «vieron elementos químicos y sufrieron asfixia» al ingresar a refugios de los insurgentes en Yohar, en la periferia de Damasco, informó una fuente oficial citada por la agencia de noticias EFE.
«Los héroes de las Fuerzas Armadas entraron en los túneles de los terroristas en Yobar y vieron elementos químicos. Muchos soldados sufrieron asfixia», reportó por su parte la televisión estatal.
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) informó hoy que en tres hospitales de la gobernación de Damasco fueron atendidos el miércoles pasado unos 3.600 pacientes con síntomas neurotóxicos, de los que 355 murieron.
«El personal médico de esos centros ofreció información detallada a los doctores de MSF sobre el gran número de pacientes que llegaron con síntomas (neurotóxicos), como convulsiones, salivación excesiva, pupilas dilatadas, visión borrosa y dificultades respiratorias», indicó Bart Janssens, director de operaciones de esta organización, presente en zonas de conflicto y alto riesgo.
MSF colabora estrechamente desde 2012 con una red de hospitales y servicios médicos de la gobernación de Damasco, a los que proporciona medicinas, equipo médico y soporte técnico.
La acusación del gobierno sirio llega luego de que la oposición denunció el miércoles un presunto ataque con armas químicas perpetrado por el Ejército que causaron entre 140 y 1.300 muertes, según el sector de la oposición que lo informó.
De acuerdo con esta denuncia, el Ejército habría utilizado armas químicas, acusación que fue negada «categóricamente» por el Gobierno que sólo admitió haber realizado ataques contra «grupos terroristas», sin brindar más precisiones.
En tanto, hoy llegó a Damasco la representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Angela Kane, para tratar -con la autorización de Damasco- de acceder a la zona del presunto ataque químico contra los rebeldes en las inmediaciones de la capital siria.
Kane, que no hizo declaraciones al ingresar al hotel en el que se hospeda en Damasco, tiene como objetivo conseguir una autorización del gobierno para que la misión de las Naciones Unidas que se encuentra en Siria desde el lunes pueda ingresar en Ghuta Oriental a investigar si efectivamente se utilizaron armas químicas.
Stefan Mogl, experto en armas químicas de la Oficina Suiza de Protección Civil, explicó que los inspectores de la ONU necesitan llegar lo más pronto posible al lugar del ataque para reunir pruebas de sangre y orina en el lapso de unos pocos días de modo de poder arrojar resultados fidedignos.
Sin embargo, aclaró que en el suelo las huellas de armas químicas permanecen durante más tiempo, informó la agencia DPA.
Si bien Mogl consideró probable el uso de armas químicas, cree que las imágenes difundidas por los insurgentes no eran verdaderas.
El conflicto en Siria comenzó a principios de 2011 como una protesta pacífica contra el gobierno cuyo partido lleva más de medio siglo en el poder.
Con el correr de los días y los enfrentamientos, el reclamo inicial de una apertura democrática se convirtió en una sangrienta lucha entre las fuerzas armadas y distintos grupos de rebeldes armados, entre los que hay miembros de Al Qaeda que tratan de controlar territorios.