El Equipo de Base Warmis – Convergencia de las Culturas, es un colectivo de mujeres inmigrantes y brasileñas que realiza un trabajo voluntario, emprendiendo acciones que buscan la mejoría de las condiciones de vida de su comunidad. Tenemos años de activismo en la lucha por los derechos de las y los inmigrantes en la ciudad de São Paulo. Colaboramos con diversas entidades y colectivos, tanto en salud, cultura, educación como en otros diversos frentes de acción, siempre bajo la óptica de la defensa a los derechos humanos y la no violencia.
El año 2017 fuimos convocadas para participar de la primera formación del Consejo Municipal de imigrantes como suplentes de una ONG. En febrero de este año nos invitaron a ser parte de la comisión electoral.
Durante todo ese proceso nuestro coletivo demostró claro y expreso interés en ser candidato en las elecciones para el futuro Consejo Municipal de imigrantes 2018 – 2020. Nuestra representante reiteradamente manifestó nuestro interés de participar como candidato en las elecciones y NUNCA nadie, ni de las ONG que eran parte o de los funcionarios públicos, le aclaró debidamente a ella que no podríamos postularnos como candidatas en caso de que ella fuera miembro de la comisión electoral.
Fue en el último día de las inscripciones presenciales que el Warmis fue informado que la candidatura había sido rechazada porque nuestra representante era parte de la comisión electoral. Incluso cuando entregamos la traducción del edicto de convocatoria al español, traducción hecha voluntariamente por el colectivo, manifestamos nuevamente nuestro interés en ser candidatas.
Entendemos que la información estaba en el edicto de convocatoria, aunque redactada de una manera confusa, sin embargo, eso no se puede usar como justificación de que debíamos «informarnos mejor» porque ese es un deber que le compete a la Coordinación de Políticas para los Imigrantes, ya que es su trabajo. Lanzar toda la responsabilidad sobre nuestra compañera de equipo «por no informarse mejor» nos parece irresponsable. Entendemos que una Coordinación de políticas para los inmigrantes debe tener consciencia de que trata con personas de culturas del mundo entero, con idiomas maternos diversos y no puede dar nunca por sentado que esta todo aclarado para todas las partes.
Años de lucha y pocas cosas cambian estructuralmente. Cualquier persona que desista de la lucha por la decepción que causan espacios y personas no podría ser juzgada, ya que el cansancio de ser vista como un objeto, que puede ser utilizado o manipulado, son argumentos sólidos para justificar su salida.
A las y los activistas, que no recibimos salario por ese trabajo, se nos exige nuestra participación por parte del Estado, por funcionarios que reciben um salario para «implementar» políticas públicas, políticas que costaron muchas veces años de lucha a los movimientos sociales; y así, somos tratados como elementos dispensables y “poco preparados”, sin tomar en consideración nuestro fundamental aporte.
Quien acompaña la lucha del Movimiento Inmigrante en São Paulo conoce el trabajo de nuestro equipo de base. Un trabajo incansable y permanente, un movimiento que participó de la construcción de la Ley de Políticas Públicas para la población inmigrante, ley que reglamenta la creación de este Consejo de Inmigrantes de la ciudad.
Nos parece que queda evidente que, debido a todos estos años de lucha, quisiéramos ayudar en la implementación del Consejo Municipal de Inmigrantes y participar de las elecciones. Es por esto que cuando nos llamaron, como suplentes de una ONG, aceptamos. Posteriormente aceptamos participar del Comité Electoral para colaborar, porque no había personas y organizaciones dispuestas a participar de tal comité.
¿Que tipo de participación real se esta promoviendo?, ¿o es sólo una participación formal?. Pareciera como si el único interés fuera mostrar que se esta «trabajando» sin importarse realmente por un proceso que, mediante la clarificación y la democratización de la información, la que no sólo implica tener acceso sino también tener elementos para comprender en su totalidad tal información, haga que los inmigrantes puedan apropiarse de los espacios que también les corresponden.
Creemos que es una reflexión que imigrantes y refugiados debemos hacernos como sujetos políticos. ¿Vamos a luchar por una participación real o vamos a aceptar una participación formal?
No pierde Warmis al no poder postularse como organización de inmigrantes, pierde el proceso democrático, que con trampas burocráticas de los que «deciden por nosotros”, nos deja fuera.
Pero no nos rendimos, intentaremos aportar en ese proceso lanzando la candidatura de Sam Serrano como candidata individual representando a nuestro equipo de base. Nos cierran algunas puertas y nosotras abrimos otras.
Nos manifestamos mediante este escrito para no dejar pasar esta violencia contra nuestro colectivo, para que nuestros compañeros inmigrantes y refugiados estén atentos a los procesos en los que participan, para que no sean utilizados y para que quede como precedente de una forma de actuar de funcionarios públicos que no es recomendable si tienen un interés genuino en ayudar a construir un mundo más justo y solidario.