El 22 de mayo de 1978, en Italia, se aprobó la Ley 194 que legalizó la interrupción voluntaria del embarazo. Cuarenta años después de este acontecimiento histórico, el sábado 26 de mayo, en Roma, miles de personas marcharon en una procesión organizada por el movimiento «Ni uno de menos». El acto, además de celebrar este gran logro, reafirma en voz alta cómo el ejercicio de este derecho es todavía muy complejo, de hecho, en Italia, alrededor del 80% de los médicos son objetores de conciencia, lo que hace imposible e inaplicable, en muchas zonas de nuestro país, la interrupción voluntaria del embarazo.
Esta ley, como explica Martina Caselli, portavoz de «Le Donne de La Comune», es un derecho que debe ser apoyado y defendido ya que ha sido víctima de ataques con diversos referendos abrogativos.
Es una ley que protege a las mujeres y su salud, porque legalizar el aborto significa dejar de someterse a operaciones arriesgadas y clandestinas que han provocado la muerte de un gran número de mujeres a lo largo de los años.
La manifestación de hoy, además de reafirmar el aborto como expresión plena de la libertad de elección, celebró la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo en países donde era casi imposible, de hecho, la conquista del aborto como derecho en Irlanda y los primeros pasos adelante de las «Bandanas Verdes» en Argentina son prueba de que el mundo se está movilizando por el reconocimiento de los derechos de las mujeres.
A continuación, se muestra el video reportaje de Jasmina Poddi